El Instituto Nacional del Agua (Ina) está en peligro. Así lo expuso un investigador que integra el plantel de 237 profesionales dedicados a velar por la calidad de un recurso vital, debido a que no cuentan con autoridades electas, tampoco con financiamiento al tiempo que crecen los rumores de una disolución en el marco de la política nacional promovía por la “motosierra” del presidente Javier Milei.
“El Instituto es un organismo descentralizado de gestión del agua que tiene más de 50 años, tiene 237 profesionales en 4 centros regionales en Santa Fe, Córdoba, San Juan y Mendoza. Y, hay un polo central que está ubicado en Ezeiza donde están los laboratorios de hidráulica, de calidad de agua e hidrología. Tenemos especialistas de distintas profesiones que atienden todos los desafíos ligados al agua”. De esta manera presentó su lugar de trabajo el investigador Jorge Collins, en diálogo con Radiópolis (Radio 2).
De acuerdo al profesional “el Instituto está en una situación crítica por la falta de designación de cargos directivos, por otro lado, está ahogado financieramente, hay una fuerte desinversión. También, como se sabe, todos los institutos tecnológicos están en una situación crítica dado que el ministerio de Regulación y Transformación del Estado ha solicitado la disfunción de este organismo alegando a la ley Bases que sus funciones pueden ser cubiertas por una empresa privada parcialmente”, explicó.
Consultado acerca del destino del Ina, Collins señaló: “No sabemos cuál es. Se plantea la disolución y otros hablan de restructuración, llevándolo al mínimo con disolución de los centros del interior”.
Por otra parte, consideró que los profesionales más jóvenes que forman parte del organismo sufren “precariedad laboral” con contratos renovables cada 3 meses y bajos salarios.
“El Ina es organismo pequeño, pero tiene importancia”, destacó y resaltó que entre múltiples funciones, se encarga de verificar obras hídricas, realizar auditoria de pasivos ambientales, ejecutar estudios y dictámenes sobre condiciones de inundabilidad, estudiar fuentes de aguas superficiales y subterráneas y analizar muestras de calidad de agua. También tiene poder de Policía.