Todos sabíamos que Newells estaba afuera de la Sudamericana antes de que jugase frente a Atlético Goianiense. Dependía más de un milagro que de sí mismo y evidentemente en estos tiempos que corren, por el parque los "fieles leprosos" están cada vez más ateos. El club tiene una confusión dirigencial que llama la atención y que no le encuentran la vuelta. En estos días se anunciará la salida del manager que poco contribuyó al crecimiento del equipo y de la institución y eso vendrá muy bien para descomprimir y poder pensar con más claridad.

El tema más importante a partir de hoy será si se le da o no otra oportunidad a Germán Burgos, al hombre que vino sin experiencia, pero que dejó en claro que tiene hambre de gloria, cree en su trabajo y que puede dejar una importante huella en las bases de las inferiores.

Personalmente creo que ya demostró lo que vino a hacer, está muy claro. Además de potenciar a los pibes, que era lo que pretendían los directivos y el propio hincha también, dejó expuesto que varios de los jugadores ya cumplieron una etapa. Los casta lepra, las figuras, los amados por todos como Mauro Formica, Nacho Scocco, Maxi Rodríguez o Pablo Pérez no son culpables, al contrario, dieron todo lo que podían dar y un poco más. Pero la pandemia y la proximidad del retiro hicieron que no puedan rendir de la mejor manera y se sintió a lo largo del certamen en el que el equipo finalizó último. Además, la derrota en el clásico fue el detonante para que Burgos tenga que tomar decisiones duras como dejarlos en el banco de suplentes o no convocarlos directamente en la Copa Sudamericana.

Germán Burgos hizo la parte más difícil en cualquier club, que es mostrar el problema principal y después de tener el diagnóstico ejecutar el plan de reacomodamiento sacando nada más y nada menos que a los referentes.

Newells en los dos últimos encuentros con Palestino y Goianiense demostró que los chicos de la casa están para poder jugar, pero sobre todas las cosas para seguir creciendo y tener rodaje en competencia. Pero no podrán solos, tendrán que acompañar Aguerre, Lema, Fernández, Cristaldo, Maxi y Fernando Belluschi, quien podría hacerse cargo de las riendas sueltas si él se lo propone. Solo le falta rodaje, mostrarse, le falta que lo apoyen desde adentro y desde afuera. Y demostrar que físicamente está en condiciones.

Llevará tiempo, tal vez bastante tiempo, para que se pueda ver un resultado acorde a la historia de Newells, pero creo que el proceso ya se inició con este conductor y es el que tendría que continuar.

Todos tendrían que ser conscientes que este Newells no está para pelear el título en el torneo de cabotaje y mucho menos en lo internacional, al menos por ahora, pero si se puede permitir soñar porque hay una base importante pero necesita tiempo y paciencia.

Germán Burgos vino a trabajar, vino a formar un equipo con materia prima genuina, con chicos y no tan chicos del club y lo único que precisa es que lo dejen hacer lo suyo y que acompañen.

En definitiva, Burgos sacó a la luz los problemas futbolísticos e institucionales de Newells y puede ser quien le renueve las esperanzas y la fe a los simpatizantes incrédulos en esta religión llamada fútbol.