David Lynch, el director de cine estadounidense que mantuvo una exitosa carrera en el cine convencional mientras también exploraba lo siniestro, lo radical y lo experimental, murió a los 78 años.
“Hay un gran vacío en el mundo ahora que ya no está con nosotros”, escribió su familia en una publicación de Facebook. “Pero, como él solía decir, «Mantén la vista en la rosquilla y no en el agujero»”.
En agosto pasado, Lynch reveló que le habían diagnosticado enfisema, y en noviembre contó sobre las dificultades respiratorias. “Apenas puedo caminar por una habitación”, dijo. “Es como caminar con una bolsa de plástico en la cabeza”.
Lynch hizo un camino personal en el cine estadounidense: desde sus comienzos como estudiante de arte haciendo cortometrajes experimentales, hasta el éxito de culto de su primer largometraje surrealista Eraserhead, y una serie de películas premiadas, entre ellas Blue Velvet, Wild at Heart y Mulholland Drive, así como la emblemática serie Twin Peaks.
Recibió tres nominaciones al Oscar como mejor director (por Blue Velvet, The Elephant Man y Mulholland Drive), y recibió un Oscar honorario a la trayectoria en 2019; además, ganó la Palma de Oro en el Festival de Cine de Cannes por Wild at Heart en 1990.
Lynch también practicó con devoción la meditación trascendental y fundó en 2005 la Fundación David Lynch para la Educación Basada en la Conciencia y la Paz Mundial; también produjo pinturas, lanzó álbumes (incluidas colaboraciones con Julee Cruise, Lykke Li y Karen O), creó un informe meteorológico de larga duración en YouTube y abrió una discoteca en París en 2011, según reseñó el periodista Andrew Pulver en The Guardian.
En 2018 explicó su estilo de vida solitario a The Guardian: "Me gusta hacer películas. Me gusta trabajar. Realmente no me gusta salir".
En 2024 reveló que su hábito de fumar durante toda la vida le había provocado un enfisema pulmonar.
Lynch nació en Missoula, Montana, en 1946. En la década del 60 estudió Bellas Artes y realizó su primer cortometraje experimental, Six Men Getting Sick, mientras estudiaba en la Academia de Bellas Artes de Pensilvania.
En 1971 se mudó a Los Ángeles y estudió cine en el Conservatorio AFI, donde comenzó a filmar su primer largometraje, Eraserhead. Cuando finalmente lo terminó en 1976, la fábula surrealista en blanco y negro fue recibida con desconcierto y rechazada por la mayoría de los festivales de cine, pero a fines de los años 70 se convirtió en un éxito de culto en el circuito de “películas de medianoche”.
El impacto de Eraserhead llevó a que la productora de Mel Brooks le ofreciera dirigir The Elephant Man, protagonizada por John Hurt en una película biográfica sobre Joseph Merrick, el hombre desfigurado del siglo XIX. La película fue nominada a ocho Oscar y consolidó el estatus de Lynch en Hollywood.
Después de rechazar una oferta para dirigir El retorno del Jedi, Lynch aceptó hacer una adaptación de la novela épica de ciencia ficción de Frank Herbert Dune, pero la película fue sustancialmente reeditada en posproducción y resultó un desastre comercial y crítico.
En lugar de una secuela planeada de Dune, Lynch decidió hacer una película más personal: su thriller noir Blue Velvet, que se estrenó en 1986, se convirtió en un éxito de culto y una obra enormemente influyente.
Lynch luego se embarcó en otro proyecto noir, el policial opaco y surrealista Twin Peaks, que, inusualmente para directores de cine notables de la época, fue concebido como una serie de televisión. Lynch lo desarrolló con el ex escritor de Hill Street Blues Mark Frost.
Mezcla de comedia de pueblo chico, historia detectivesca y onírica, descrita como "el trabajo más inquietantemente original jamás hecho para la televisión estadounidense", Twin Peaks desafió las primeras predicciones de fracaso en su emisión en 1990.
Como pionero de la "serie de autor", podría decirse que Twin Peaks es su trabajo más influyente en el medio. Una segunda serie se emitió más tarde en 1990, una precuela cinematográfica Fire Walk With Me se estrenó en 1992 y una tercera serie se lanzó más de un cuarto de siglo después, en 2017.
Cuando Twin Peaks entró en producción, Lynch comenzó a trabajar en una adaptación cinematográfica de la novela Wild at Heart de Barry Gifford y eligió a Nicolas Cage y Laura Dern para los papeles principales en una violenta y escalofriante película de carretera con ecos de El mago de Oz. Wild at Heart se estrenó en Cannes en 1990 y ganó la Palma de Oro.
En 1997, Lynch comenzó a volver a sus raíces vanguardistas con Lost Highway, un thriller surrealista protagonizado por Bill Pullman y Patricia Arquette, que fracasó en taquilla.
En completo contraste, Lynch estrenó The Straight Story en 1999, una historia sencilla sobre un anciano (interpretado por Richard Farnsworth) que recorre 385 kilómetros por todo el país en un cortacésped motorizado. Lynch se embarcó entonces en otro proyecto de gran éxito: Mulholland Drive. Al principio pareció que iba a salir desastrosamente mal, ya que Lynch lo había presentado como una serie de televisión al estilo de Twin Peaks. Se filmó un piloto y luego la cadena de televisión ABC lo canceló. Pero el material fue elegido por la compañía francesa StudioCanal, que le dio el dinero para adaptarlo como largometraje. Un drama de misterio de estilo noir, fue otro gran éxito de crítica, le aseguró a Lynch una tercera nominación al Oscar a mejor director y un premio a la mejor película.