La selección argentina sub 20 inició su camino en el Mundial Sub 20 con una ajustada victoria por 2 a 1 ante Uzbekistán con goles de Alejo Véliz y Valentín Carboni.

El partido fue muy parejo. Los primeros minutos fueron de estudio y recién a los 12, Brian Aguirre sacudió un poco la modorra con una buena apilada que terminó en un centro peligroso. En seguida el campeón asiático contestó con un remate de Kholdorkhonov que aprovechó un error en la salida y estuvo cerca de anotar la apertura.

A Argentina le costaba generar, lucía perdido y la visita lo aprovechó: a los 22’ y tras una pelota en cortada, Valentín Goméz quedó enganchado y Makhamodjonov definió al primer palo de un Gomes Gerth que no puedo evitar el gol uzbeko. Sorpresa en Santiago.

Pero Argentina acusó el golpe y un par de minutos después desde la cantera rosarina llegó la igualdad: centro de Giay para el cabezazo letal de Véliz: 1 a 1

El empate fue un desahogo pero, pese a lo que se podía suponer, no fue el empujón anímico que la Albiceleste necesitaba y la visita siguió llevando los hilos del juego. Así fue que cerca de los 30’ Gia. cometió un penal que el árbitro sancionó pero luego invalidó tras la intervención del VAR. Polémico… Tres minutos más tarde. Fayzullayev se filtró por el medio y desaprovechó una buena chance ante la salida en falso de un Gomes Gerth que no daba ningún tipo de garantías.

Antes del cierre del primer tiempo, Argentina contestó con una buena acción de Aguirre que eludió a un rival y definió al lado del palo y con el golazo de Valentín Carboni, que aprovechó una buena acción individual de Valentín Barco y metió un zurdazo letal inatajable para el guardameta uzbeko. Con poco lo daba vuelta la selección de Mascherano. Así se fueron al descanso.

El complemento se inició con una tónica similar y en ese contexto, Uzbekistán tuvo la primera clara cuando Soulé entregó mal una pelota atrás que comprometió a su arco pero Kholdorkhonov se equivocó en la definición.

Argentina no encontraba la pelota y por eso Mascherano hizo ingresar a Redondo y a Luka Romero. Así Argentina se paró mejor y, si bien no logró hilvanar jugadas de peligro, al menos casi no pasó sobresaltos en defensa (solo en el descuento Uzbekistán tuvo una chance clara) y supo cuidar la ventaja.

Así llegó el final: triunfo justo de la selección juvenil pero sin sobrarle nada. Para empezar no está mal, pero hay mucho por mejorar.