La vida de los hermanos Vignati, treintañeros de Arteaga, cambió en poco tiempo. Una reciente denuncia de Elisa Carrió ubica a uno de ellos en una asociación ilícita junto a Julio De Vido.

Pero esa causa no es la única: ya desde 2016 el Ministerio Público Fiscal instruye una investigación por soborno trasnacional, originada por negocios con Venezuela.

Ahí empezó el despegue de Roberto (39 años), María Isabel (37), Julián (36), Gabriel (34) y María Eugenia (34): los Vignati de Arteaga. 

Un informe de Telenoche (El Tres) reconstruyó cómo asomaron como misteriosos exportadores, cerraron jugosos contratos desde al agro y ostentan su flamante riqueza ante los ojos del pueblo que los vio nacer.

"De pertenecer y de ser empleado Roberto Vignati, que es el cabecilla, de un pequeño taller de silos en Arteaga pasó a ser el dueño del Hyatt de Mendoza y tener negocios en la industria del petróleo. De la noche a la mañana en apenas cuatro años acumularon una riqueza sorprendente", explicó a El Tres Matías Longoni, periodista especializado en agro que publicó varias investigaciones.

La clave pasa por la exportación de arroz con presuntos sobreprecios a Venezuela a través de Bioart, que irrumpió en el mercado y desplazó a productores entrerrianos que habían acordado su participación a través de un fideicomiso. 

"Esto era muy llamativo porque Bioart no existía. Yo nunca la había escuchado nombrar en el universo de las empresas exportadoras agrícolas en Argentina", recordó Longoni.

El informe de El Tres recopila además la compra o creación de 23 empresas en Arteaga, Cruz Alta, Córdoba, Mendoza y Buenos Aires. También su desembarco en Arteaguense, el club del pueblo, donde lograron el crecimiento institucional y varios títulos de fútbol.

También, la incursión en el turf y la llegada de Julián a la política. Es quien desde finales de 2017 se transformó en el jefe comunal.