Guionista de culebrones y series que han marcado generaciones, pero lo suficientemente flexible para navegar las nuevas aguas del entretenimiento, Marcela Citterio abrió su biblioteca para el Club de Lectura. Con su hija Chiara Francia, lanzaron Orlando Books, una editorial para abonar a la oferta audiovisuaal. Y un claro homenaje a una de sus autoras favoritas, Virgina Woolf.

Hace más de tres décadas que Citterio escribe historias para la pantalla chica pero no fue hasta el año pasado que publicó su primera novela La chica que no quería ser princesa. Trabajó para Telemundo, TV Azteca, RCN, Nickelodeon, y actualmente lo hace para Netflix Brasil. En el listado de las locales destacadas está Amor en custodia y Patito feo. (Y sí, hablamos del "Necesito hacerte el amor" de Osvaldo Laport a Solita Silveyra.)

Su contacto con la lectura comenzó con las novelas de Corín Tellado robadas a su abuela. Ferviente creyente que el texto es más importante que las caras o los nombres, habló sobre los cambios en la industria y destacó la “honestidad” de los más jóvenes.

El texto 

Marcela Citterio: "El texto es fundamental"

Escribir, más allá de la realidad

Marcela Citterio: "Me gusta volar un poco más allá de la realidad"

Escribir, hoy

Marcela Citterio: "Me gusta la honestidad de los hóvenes"

Leer

 

Marcela Citterio: "Le robaba las Corín Tellado a mi abuela"