Marcelo “Frentudo” Fernández, un hombre investigado por delitos cometidos en un sector de la zona norte de Rosario, fue acusado este jueves de regentar una pyme narco junto con su novia S. R., de 21 años, quien cursa un avanzado embarazo. La Fiscalía dijo que Fernández, de 42 años, tenía en su casa de Freyre al 2000 un cartel de minimarket 24 horas que no era otra cosa que una “pantalla” para vender cocaína y marihuana. Aunque días atrás, cuando este lugar fue allanado, las fuerzas federales no hallaron allí droga alguna. La sospecha de los acusadores apunta a que una mano negra policial ajena a la investigación que alertó previamente sobre las medidas judiciales.

Como contexto barrial, la acusación expuso postales de un barrio –Parque Casas– estragado por el narcomenudeo: la presencia constante de soldaditos, “búhos” (jóvenes que por unos pesos avisan sobre la presencia de fuerzas de seguridad en las calles), filas de gente para comprar droga y personas que “parecen espantapájaros” en varias esquinas de Parque Casas, como ser Cavia y Larrechea.

Pero también la Fiscalía alertó sobre otro lugar común: la filtración por parte de sectores policiales con información sensible sobre las medidas que se concretaron el pasado 28 de noviembre, que arrojaron resultados mediocres. Al respecto, un chat recuperado de un celular peritado dejó claro que al menos 48 horas antes de las medidas judiciales, la novia de "Frentudo" le dijo a su padre: “Supuestamente van a allanar”.

La Fiscalía investiga si la bomba molotov que explotó del 30 de noviembre en el ingreso de la iglesia Natividad del Señor de barrio Rucci fue obra de allegados al "Frentudo" o de personas que querían perjudicarlo.

Es que el fuego en la parroquia del Padre Ignacio Peries estuvo acompañado de un afiche con cinco nombres –Axel, Iván, Miltón, Lauti y Franco–, en la que “la mafia” reclamaba la liberación del "Frentudo Fernández", un veterano del delito que siempre se dijo escruchante pero que ahora, según la acusación, se habría volcado al mercado barrial de la venta de drogas.

La pancarta que acompañó la molotov en la parroquia de Mena al 2200.

“Jamás en mi vida daría semejante orden: te agrava la situación”, le dijo "Frentudo" al juez Gonzalo Fernández Bussy. Y a renglón seguido afirmó: “Yo no tiro tiros, no me gustan las armas ni mando a matar; me hicieron mil allanamientos y nunca encontraron un arma”. 

En la audiencia presidida por el juez Gonzalo Fernández Bussy y solicitada por los fiscales Pablo Socca y Lisandro Artacho, estuvieron presentes otras tres personas señaladas como vendedores de droga barriales que, en principio, no tendrían relación con el Frentudo. La Fiscalía solicitó prisión preventiva para todos, y la defensa calificó la acusación de “abstracta” y “genérica”.