Rosario y la región pasaron de alerta amarilla a naranja por las altas temperaturas, según el informe que emitió este jueves el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). El reporte se dio a conocer luego de un pico de temperatura que llegó a los 35.9ºC a las 17 con hasta 38 de sensación térmica en el centro de la ciudad, producto de la "isla de calor" generada por el cemento.

El nivel naranja indica que el calor intenso puede tener un efecto moderado a alto en la salud. Además, se informó que las altas temperaturas pueden ser muy peligrosas, especialmente para los grupos de riesgo.

Casi todo el país vive otra jornada de calor extremo y para colmo se espera una continuidad de las altas temperaturas en los próximos días. Recién a mediados de la semana próxima podrían registrarse precipitaciones con descenso de los registros térmicos.

Las altas temperaturas además generaron problemas con los servicios y vecinos de la ciudad tenían cortes de energía que ocasionaron severos trastornos en el marco de la ola de calor.

La Secretaría de Salud de la Municipalidad de Rosario dio a conocer una serie de consejos para preservarse de posibles golpes de calor frente a las altas temperaturas.

Recomendaciones para niñas, niños y bebés:

Ofrecerles agua en forma frecuente sin esperar a que la pidan.

Ofrecer el pecho o mamadera más seguido a los lactantes.

No dar líquidos o comidas calientes o pesadas.

Bañarlos o mojarles todo el cuerpo con frecuencia.

Proponer actividades tranquilas y evitar juegos intensos.

Evitar que transiten y jueguen expuestos al sol, menos aún en horario del mediodía o a la tarde temprano.

Si deben transitar bajo el sol, ponerles sombreros y usar protectores solares.

Vestirlos con ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros.

Nunca dejar a los niños dentro de un vehículo estacionado y cerrado.

Recomendaciones para jóvenes y adultos:

No consumir bebidas con alcohol, ya que aumentan la temperatura corporal y las pérdidas de líquido.

Aumentar el consumo de líquidos sin esperar a tener sed para mantener una hidratación adecuada.

Evitar esfuerzos físicos o actividades deportivas exigentes.

Sentarse y descansar cuando sientan mareos o fatiga.

Evitar comidas abundantes, ingerir verduras y frutas.

En el caso de adultos y adultas mayores es importante que descansen en lugares frescos y ventilados, mantenerse desabrigados y ofrecerles líquidos aunque no manifiesten sed.

En caso de una emergencia y de no estar afiliado a un servicio de emergencia privado, se puede llamar al 107 desde donde se evaluará su situación.