En la continuidad de la fecha 19 de la Liga Profesional, Rosario Central se recuperó de la caída en condición de visitante en la jornada pasada y volvió a ganar en el Gigante de Arroyito en la noche del regreso de su goleador tras su paso por el Mundial sub 20 con Argentina. Goleó 4-1 a Instituto con los gritos de Alejo Véliz, Jaminton Campaz y Lautaro Giaccone (2), mientras que Martínez descontó, de penal.

El Central de Miguel Russo sufre cada vez que sale de Rosario, pero todos los padecimientos se hacen polvo cuando sale por el túnel del Gigante de Arroyito. Este sábado por la noche reafirmó su estupenda campaña en condición de local: en su estadio no pierde desde agosto de 2022 (contra Banfield). Este año ganó ocho y empató dos (26 de los 33 puntos que tiene). La racha completa es de 16 partidos (9 triunfos y 7 empates) sin conocer la derrota.

Lo que no pudieron hacer los otros centrodelanteros del plantel durante la ausencia de Alejo Véliz, el pibe de Bernardo de Yrigoyen lo resolvió en un puñado de minutos. Ya se había mostrado movedizo y despierto en los primeros pasajes del juego, exigiendo a sus marcadores, hasta que en la primera chance que tuvo frente al arco y con un centímetro de espacio, acarició la pelota con la cara interna del pie derecho para colocar la pelota junto a un palo y gritar el 1-0 en la noche del Gigante.

En el nueve estuvo una de las claves del partido para Central. Porque transformó en sencillo lo complejo e hizo parecer que los demás –Candia, Bianchi o cualquier otro punta del plantel– hoy no están a su altura. Y, por lo que se vio en la cancha en este y los encuentros anteriores, no lo están. Eso explica, también, por qué Miguel Russo y los hinchas lo extrañaron tanto cuando mudó sus goles al Mundial sub 20.

Todo lo bueno que hizo el delantero de la sub 20 fue sostenido por una sólida actuación colectiva de Central, con muy pocos sobresaltos en la última línea y cerca del arco de Jorge Broun, y buenos rendimientos de Lautaro Giaccone (autor de dos goles), Ignacio Malcorra y Jaminton Campaz, fundamentales en el andamiaje ofensivo de Russo. El resto acompañó, con orden e intensidad para mantener al Gigante infranqueable.

El Canalla tuvo varias chances para ampliar la diferencia, incluso en el primer tiempo, pero tuvo que esperar hasta el primer cuarto de hora del complemento para empezar a liquidar el partido. Una excelente acción individual del Bicho le dio tranquilidad en el resultado: se sacó de encima a su marcador y marcó un golazo de zurda desde fuera del área.

Un rato después, Lautaro Giaccone llegó al área y anotó el tercero, también de zurda, para el equipo de Russo, que a esa altura goleaba y se floreaba contra la Gloria. Central lastimaba y era profundo en cada réplica de contragolpe, ante un conjunto cordobés que no hacía pie. 

Sin embargo, Instituto tuvo cierta rebeldía, no bajó los brazos y tuvo un premio consuelo con el descuento alcanzado con un gol de penal de Maravilla Martínez. Todavía quedaban más de 20 minutos por jugarse en Arroyito, la visita siguió buscando y puso la pelota en el área de Fatura, pero no pudo aprovechar el envión del grito que le permitió acortar distancias y se resignó. 

Al final, Giaccone firmó el cuarto gol de la noche y el segundo de su cuenta personal para sellar la goleada auriazul. El juvenil fue una de las figuras del equipo.

Central redondeó otro muy buen partido en su casa, donde no perdió durante la temporada, con el agregado del retorno de Véliz que le devolvió presencia y peso ofensivo. A los hinchas les devolvió felicidad. El equipo de Russo no afloja en la Liga, se mantiene entre los cinco mejores y dentro de los puestos de clasificación a las copas del año que viene.