La rebaja de retenciones a las exportaciones de granos trae oxígeno financiero al agro y llega en un momento justo porque la menor presión fiscal alivia el impacto negativo de la baja de precios internacionales, de la sequía en los cultivos y del retraso cambiario.

Al mismo tiempo es una medida de muy alto rédito político para el gobierno nacional, que empieza a cumplir una promesa a su base electoral (el agro lo votó masivamente) de empezar a terminar con las retenciones (la baja es temporal) y además puede mostrar que en un año avanzó con muchos de los reclamos del campo, como era liberar las exportaciones, eliminar la brecha cambiaria y abaratar y facilitar la importación de insumos. 

"¡Bravo! Una ayuda importante en este momento. Reconociendo públicamente el sistema saqueador heredado y denunciando a los cínicos gobiernos provinciales y varios municipales y comunales. Esto es lo que vote. Confío en mi Presidente", publicó en sus redes sociales el empresario agropecuario Juan Felix Rossetti, condensando el estado de ánimo de los más fieles electores que tiene el gobierno.

Políticamente, con esta rebaja, la Nación le devuelve la pelota a los gobernadores (sobre todo a los de la Región Centro, como Santa Fe y Córdoba), que esta semana se habían montado sobre el reclamo del agro por la baja de impuestos.

"Sería bueno que las exigencias de los sectores empiecen a concentrarse a nivel de provincias y municipios, porque hay una diferencia muy clara entre el esfuerzo que estamos haciendo en Nación y el que están haciendo provincias y municipios", resaltó el ministro de Economía, Luis Caputo. Y la mira está en Ingresos Brutos.

Igual, los gobernadores también le pueden sacar rédito político positivo a la rebaja. Y es que fueron Maximiliano Pullaro, Martín Llarzoya y Rogelio Frigerio quienes llevaron a la arena política (y porteña) el reclamo del sector productivo por las retenciones. No sólo le pusieron el hombro al sector sino que, con eso, también desafiaron al gobierno nacional (al igual que en la primera ley de bases), por lo cual también pueden capitalizar el anuncio oficial.

Así como la rebaja le permite al gobierno nacional reconciliarse en su relación con el agro, (sus sectores más radicalizados ya hablaban de armar protestas por la falta de respuestas en el tema retenciones) también mostró la afinidad de las Provincias para atender las necesidades de sus sectores productivos. En definitiva, dos grupos políticos distintos (libertarios y gobernadores) que, en términos electorales, pescan en la misma pecera y por eso, en parte, ahora se disputan el relato.

"Celebramos que el gobierno haya escuchado la palabra del interior productivo. La Argentina necesita cuidar a los que producen y generan siempre trabajo y riqueza", destacó Pullaro. "Debemos cambiar la matriz que nos llevó a la decadencia y el atraso. Todos, provincias y Nación, logramos el equilibrio fiscal. Debemos consolidarlo y crecer de manera sustentable. Esperemos que sea el inicio del camino hacia la eliminación de las retenciones", agregó.

"Lo más importante es que el gobierno se hizo eco del reclamo y realiza el anuncio antes de reunión con mesa de enlace. Sacrifica recaudación y apuesta a crecimiento de recaudación por derrame" comenta Juan Manuel Palacio, analista de finanzas. En el Palacio de Hacienda calculan un costo fiscal por la baja de retenciones de 800 millones de dólares por año.

En el campo saben que la rebaja, de un 20%, es buena, por más que -insistan- no le sobre nada por el contexto general. El desahogo puede ser mayor o menor según cada explotación y zona, pero el apoyo es generalizado. Es un centro que les llega y lo van a cabecear

Así y todo nadie baja la guardia. Y por varias razones. Primero habrá que ver el impacto real en los precios efectivos de cada transacción. En efecto, con la baja de impuestos -que abona el exportador- se mejora la capacidad de pago del comprador de manera substancial, justo en un momento en el que los precios en el mercado internacional parecen querer despertarse.

En concreto, según calculó la operadora Fyo, el precio Fas teórico de la soja industria en condición disponible mejora u$s28 (se va a u$s319) mientras que para marzo la mejora es de 27 dólares (se va a u$s312).

¿Pero cuánto se trasladará al bolsillo del productor. Ocurre que la rebaja regirá desde enero a julio, alcanzando el momento que se levanta la cosecha gruesa y esa mayor demanda siempre presiona a la baja a los precios. ¿Efecto puerta 12?

Además, al ser temporal la rebaja, grandes empresas con soja guardada podrán aprovechar para liquidar stocks, que siguen altos, presionando también hacia la baja de precios. ¿Se podrá aplanar el carry sobre noviembre al quitarles incentivos a la venta diferida?

Asimismo, tallan las estrategias comerciales de cada empresa exportadora y sobre todo aceitera, que vienen con números tensos por la alta capacidad ociosa. ¿Buscarán volumen o preferirán mejorar los números?

No en vano, el presidente de la poderosa Cámara de la Industria Aceitera y Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-Cec), Gustavo Idígoras, dijo: "Es una baja temporal, con lo cual tenemos que ver la letra chica, cómo se va a aplicar y qué tipo de compromisos o condiciones tiene dicho decreto. Entendemos que el decreto saldrá el día lunes, así que vamos a esperar a ver los contenidos al mismo para ver cómo va a reaccionar el mercado, pero naturalmente siempre damos la bienvenida a cualquier baja de retenciones".

Así y todo, con esta decisión, el presidente Javier Milei reestableció el diferencial de retenciones que premia el valor agregado industrial a la soja (retenciones a los derivados es más baja que la de exportación del poroto) en un claro gesto a las fábricas aceiteras.

Ahora, al ser la rebaja impositiva "por tiempo limitado", como las promociones de productos, es de manual que generen distorsiones en el mercado a la hora de la comercialización.

 "A no comerse el sapo, es parecido al Dólar Soja de Sergio Masa", dijo Néstor Roulet, dirigente agropecuario, haciendo referencia al tipo de cambio diferencial que "por única vez" el gobierno kirchnerista de Alberto Fernández aplicó varias veces en su mandato para apurar liquidaciones. "La real baja o eliminación de las retenciones serán cuando esta disminuyan o se eliminen para siempre. Te ponen fecha porque presiona para que haya mucha liquidación antes de junio por necesidad de dólares", agregó Roulet.

La temporalidad, como pasó con el dólar soja, tendrá impacto distorsivo no solo en la comercialización diaria ("spot" o "disponible", en la jerga) de los granos, sino también en las cotizaciones en los mercados de futuro. Y lo que es más importante mete ruido en las relaciones comerciales entre arrendatarios y dueños del campos sobre el pago de los alquileres comerciales. Y el 60% de los campos argentinos se trabaja sobre tierra alquilada.

¿Por qué es temporal la baja? "El FMI se oponía. Por eso salió de forma transitoria. Seguramente alguien dirá que lo hicieron para que ingresen dólares, eso es falso", cuenta el analista Salvador Di Stéfano, con diálogo abierto en la Casa Rosada.

Ahora bien, como incentivo de siembra, no impacta, porque ya se sembró todo. ¿Qué pasará después del 30 de junio? Están los que sostiene que el gobierno no tendrá margen político, más en un año electoral para subirlas, a los que se le oponen quienes no se olvidan que el orden macro está por encima de todo, y si las cuentas no cierran, deberán volver a subirse. "Habrá que ver cómo evoluciona la medida en varias dimensiones para saber si la baja transitoria llega para quedarse. También habrá que evaluar la dinámica del impacto fiscal" dijo el economista Gabriel Caamaño.

Por eso no solo las sombra del "Dólar Soja" de Sergio Massa está detrás de esta medida. También está la del expresidente Mauricio Macri, quien tras una baja inicial de las retenciones luego las terminó subiendo corrido por los apremios fiscales.