El cuello y la zona del escote suelen ser las partes más vulnerables a los daños causados por el sol y la exposición continua y, sin embargo, su cuidado generalmente no es el adecuado, sobre todo al momento de realizar rutinas de skincare. Ambos sectores cuentan con la piel más fina, menos colágeno, elasticidad y glándulas sebáceas y, por ende, su cuidado es clave.

El escote es una de las zonas con mayor exposición al sol y agentes contaminantes, además de contar con una piel más fina y delicada (ropaconescote.com)

Cómo cuidar el cuello y el escote

Una crema hidratante general y protector solar no son suficientes, ya que por las características de la piel antes mencionadas, es necesaria una atención específica para mantener la firmeza y salud.

A su vez, tanto el cuello como el escote cuentan con características particulares entre sí, por lo que conllevan el uso de productos específicos para cada uno según las especificidades de cada tipo de piel.

En el caso del cuello, lo importante es mantener la elasticidad y hacer frente a una posible flacidez, por lo que los agentes reafirmantes y redensificantes serán los principales aliados para cuidarlos.

En cuanto al escote, al no tener compartimentos grasos, la pérdida de densidad es bastante común y se arruga con bastante facilidad, por lo que se recomienda hacer hincapié en aquellos productos que aumenten la producción colágeno y elastina.

Los productos para el cuello deben ayudar a mantener la elasticidad y hacer frente a una posible flacidez (glamour.mx)

La hidratación

Por otra parte, se suele incurrir en el uso de las mismas cremas hidratantes que se utilizan para el rostro, lo cual no resulta del todo adecuado. Existen cremas hidratantes formuladas específicamente para estas zonas, ya que la textura y densidad de los productos deben ser los necesarios para las mismas. Por supuesto, posterior a cada producto siempre se indicará colocar protector solar sin subestimar las primeras horas del día.

Las y los expertos recomiendan hacer consultas con especialistas en dermatología que analicen el propio tipo de piel y, de esta forma, indiquen los productos específicos para estas zonas del cuerpo según las necesidades particulares de cada persona.