En 1994, la Asamblea General de Naciones Unidas proclamó al 16 de septiembre como Día Internacional de la Preservación de la Capa de Ozono, en conmemoración de la fecha de la firma, en 1987, del Protocolo de Montreal sobre sustancias que dañan la capa de ozono (resolución 49/114).

La capa de ozono

La capa de ozono es una frágil franja de gas que protege a la Tierra de efectos nocivos de los rayos solares, en pos de preservar la vida en el planeta. El uso de ciertos productos químicos por muchos años dañó la capa, poniendo en peligro la existencia del ser humano así como de otros seres vivos del planeta.

A partir de un esfuerzo internacional conjunto, reflejado en la adopción del Protocolo de Montreal (uno de los acuerdos medioambientales de mayor éxito), se puso remedio a una de las mayores amenazas a las que se enfrentó la humanidad: el agotamiento de la capa de ozono.

El Protocolo de Montreal permitió la eliminación y reducción del uso de sustancias que agotaban la capa de ozono, ayudando no solo a protegerla para la generación actual y las venideras, sino también a mejorar los resultados de las iniciativas dirigidas a afrontar al cambio climático. Esos esfuerzos han protegido asimismo la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta del sol que llega a la Tierra.

El uso de la bicicleta desalienta el constante uso de transportes que contaminan (motor.es)

Protocolo de Montreal

El objetivo principal del Protocolo de Montreal es la protección de la capa de ozono mediante la toma de medidas para controlar la producción total mundial y el consumo de sustancias que la agotan, con el objetivo final de eliminarlas, sobre la base del progreso de los conocimientos científicos e información tecnológica.

El protocolo exige el control de casi 100 sustancias químicas en varias categorías. Para cada grupo o anexo de sustancias químicas, el Tratado establece un calendario para la eliminación gradual de la producción y el consumo de esas sustancias, con el objetivo de eventualmente eliminarlas por completo.

El transporte público también contribuye con el desuso de vehículos particulares que pueden contaminar (ejes.com)

Contribuir al cuidado de la capa de ozono

Para colaborar desde las pequeñas acciones cotidianas, los expertos recomiendan:

-Comprar artefactos para el hogar y focos ahorradores.

-Evitar comprar sprays o aerosoles que estén compuestos por CFC’s (cloro, flúor y carbono).

-Realizar mantenimiento constante de heladeras y aires acondicionados de la propia casa.

-Reemplazar el vehículo particular por otras alternativas de movilidad, como lo son, caminar, usar la bicicleta o el transporte público.

Los focos ahorradores son una gran recomendación para reemplazar a los comunes (clikisalud.net)

-Evitar utilizar extintores que contengan halones, sustancias que tiene gran capacidad de dañar la capa de ozono.

-Evita el uso del Bromuro de Metilo, uno de los gases con más potencial de afectar la capa de ozono, usado como pesticida agrícola o para el tratamiento de la madera.

-Comprar productos locales para evitar más óxidos nitrosos producidos por los motores de los vehículos que los transportan. El óxido nitroso es un ga. de los que tiene mayor factor de destrucción de la capa de ozono.

Se recomienda disminuir el uso de productos que contengan disolventes (blog.bauhaus.es)

-Disminuir el uso de productos de limpieza, pinturas y barnices que contengan disolventes.

-Tratar de utilizar pinturas y barnices solubles en agua.