Parece que hoy, en el mundo, el 30% de los niños no reciben sus vacunas, por lo cual, han reaparecido enfermedades que estaban extinguidas.

“Sí, es así”, afirma la doctora María de los Ángeles Astburi, médica especialista en infectología, para agregar: “cuando vemos los reportes del mundo y sobre todo, de los países desarrollados, observamos que se dan esas cifras. Donde la cobertura de las vacunas sobre todo en menores de dos años muestra un 30% de niños no vacunados”.

La doctora Astburi agregaba: “es nuestra obligación incentivar la vacunación, ya que, por ejemplo, hemos tenido un brote de sarampión hace unos años cuando Argentina había sido declarado país libre de esa enfermedad. El año pasado volvimos hacer una campaña de vacunación. Muchas enfermedades infecciosas han sido erradicadas mediante el uso masivo de las vacunas respectivas. Todo lo cual reduce notablemente la mortalidad infantil”.

Astburi advierte que “existen en el país y en el mundo un movimiento de personas anti vacunas; son las personas que no creen en su efectividad y ponen de manifiesto los efectos adversos de las mismas. Pero la novedad que tenemos en la pandemia y su consecuente aislamiento, es que, en el mundo, ocurre que la gente por miedo no lleva a vacunar a sus hijos, disminuyendo la cobertura de las vacunas en un 30%. Pese a que son obligatorias”.

Cuando la doctora María de los Ángeles Astburi alude a los motivos del miedo de los padres, le decía a rosario3.com: “muchos de los lugares donde se vacuna, son instituciones en las que se internan y atienden pacientes COVID. Por ejemplo, en el Hospital de Niños Zona Norte, donde trabajo, y allí se internan pacientes COVID. El “vacunatorio” está adentro del hospital y mucha gente tiene miedo de entrar y contagiarse y de traer a sus hijos. Por eso tampoco vienen para los controles que periódicamente deberían hacerles”.

A renglón seguido, la facultativa deja un mensaje a los padres: “yo les diría a las personas que piensan así que todos los sistemas de salud desde el mes de marzo, trabajamos mucho para evitar el contagio; es decir, para cuidar y cuidarnos; nosotros mismos somos padres, integramos familias. Además, nuestro trabajo es cuidar a la gente para lo cual hemos elaborado protocolos y estrategias para que esa vacunación y los controles necesarios en los bebés de un año y de dos se realicen normalmente. Los mismos son de vital importancia, por eso necesarios y no deben dejar de hacerse.

“Además les digo  que asistan con confianza que todo está programado, que los protocolos que ponemos en práctica son seguros y confiables y están diseñados para evitar contagios. Para llegar a los mismos usamos los recursos que nos envían del Ministerio de Salud de la Nación; de la provincia y de la Secretaría de Salud de la Municipalidad.

Damos turnos para que no exista aglomeración y se respete el distanciamiento y el hacinamiento; cada grupo etario, por otra parte, tienen sus días y horarios.

Se vacunan en lugares especiales donde no hay sala de espera. El que tiene turno llega y ocupa su horario.

Se ha tenido en cuenta cada detalle para que la gente pueda venir y sentirse confiada y segura

Por otra parte, esta disminución del 30% en vacunación se da en el grupo de chicos de uno y dos años, en un tiempo en el que se invirtió tiempo conocimiento y dinero para bajar la mortalidad infantil en la Nación, en la Provincia y en Rosario; la que descendió notablemente; sobre todo, a partir de un calendario de vacunas obligatorias que han permitido reducir los riesgos de enfermedades que causaban mortalidad entre los niños pequeños como sarampión, polio, y múltiples infecciones por neumococos y hemófilus. En todos los centros de salud se han hecho muchos esfuerzos para lograr esos espacios bio seguros”.

¿Cómo hay que hacer?

En el caso del Hospital de Niños Zona Norte se pide turno por teléfono

Concurre el niño con un adulto a quienes se les toma la temperatura y se les hace unas preguntas: si tuvieron fiebre, si estuvieron en contacto con algún caso sospechoso o confirmado de COVID. Son preguntas que están protocolizadas.

Esto nos permite no mezclar nunca a personas no sospechosas con otras sobre las que se tiene sospechas de infección o contacto.

Los pacientes que van a vacunación o al control con sus médicos pediatras entran por su sector, para lo cual, se distribuyen días y horarios para los diferentes grupos etarios

Hemos trabajado mucho para armar las áreas COVID y NO COVID, para que nadie corra riesgo de contagiarse.

En el Hospital Español, donde también trabajo, se hicieron estos espacios del mismo modo, dos corredores diferentes para evitar contacto y contagios; incluso lo hacemos para protegernos a nosotros, y al personal de salud.

*María de los Ángeles Astburi, médica, especialista en infectología, matrícula 17890

Hospital Español

Hospital de Niños Zona Norte