La aparición de bultos en las mamas suele afectar a las mujeres, sobre todo durante el período de la menstruación. Sin embargo, los expertos recomiendan hacer hincapié en aquellos que persisten incluso 10 días después de haber menstruado.

En su libro "Mamma", el médico radiólogo español especializado en mamas, Sergi Ganau, el especialista da cuenta de diversas afecciones en torno a esta zona del cuerpo, sobre todo en mujeres. En este aspecto, detalla que las lesiones mamarias más frecuentes entre mujeres jóvenes son benignas y que, además, son fácilmente detectables mediante autopalpación.

Bultos en las mamas

Por un lado, el especialista desanda el concepto de "fibroadenomas", los cuales son tumores benignos y se constituyen como los más frecuentes en mujeres menores de 30 años. Se trata de lesiones sólidas con forma de uva o maní, y se componen de una cantidad exagerada de células acinares (las que producen leche) y estroma (el espacio que las rodea), y proliferan a causa de los estrógenos.

Por otro lado, se encuentran los quistes. Los mismos son frecuentes en mujeres de entre 40 y 50 años y, a diferencia de los fibroadenomas, no son sólidos sino que contienen líquido.

A su vez, durante la lactancia pueden percibirse algunos bultos. En estos casos y al no haber ciclo menstrual al comienzo de la misma, es importante prestar atención a su desaparición tras las tomas de los bebés. De lo contrario, controlar durante una semana y si continúan persistiendo será importante acudir al médico.

Lesiones con potencial maligno incierto / B3

Existe una serie de patologías de la mama denominadas "lesiones con potencial maligno incierto" o "B3" que, entre radiólogos y patólogos engloban así al conjunto variopinto de patologías que tienen como denominador común a la incertidumbre.

Según el experto en su libro, son lesiones de riesgo y las más frecuentes son el papiloma (sin vínculo con las verrugas genitales de igual nombre), la cicatriz radial o lesión esclerosante compleja (que distorsionan la arquitectura normal de la mama sin vincularse a una herida previa), el tumor filodes (con un comportamiento más agresivo al fibroadenoma), la atipia de epitelio plano y la hiperplasia ductal o lobulillar atípica. 

De estas tres últimas mencionadas, cabe destacar que se manifiestan habitualmente como grupos de calcificaciones, "como si fuesen granitos de sal", expresó el radiólogo.

La repercusión de las hormonas

Para el especialista, la influencia hormonal es primordial y explica casi todos los fenómenos de la mama: el crecimiento y desarrollo mamario, la implicación en el embarazo, la pérdida de densidad con la menopausia, entre otros aspectos. "Los estrógenos y la progesterona, principalmente, explican gran parte de los fenómenos mamarios", subrayó.

A su vez, la fluctuación de estas hormonas es la principal responsable de cambios que puedan experimentar las mamas a lo largo del ciclo menstrual. Por este motivo insiste en prestar atención tras algunos días de haber atravesado el período. 

En cuanto al color del pezón, el mismo raramente se modifica salvo en períodos de lactancia. Lo mismo sucede con la edad y que el pezón se meta hacia adentro, salvo en casos en donde no se pueda revertir fácilmente con la mano. Todo ello debe contar con valoración médica cuando resulta sospechoso para descartar la presencia de una lesión subyacente.

Fuente: Infosalus.