A medida que los hijos crecen, es posible que su tiempo en internet se prolongue aun más. Redes sociales, chats, juegos en línea y diversas plataformas los invitan a formar parte. Existen muchos puntos a favor, como estar conectados con amigos y familiares, seguir intereses, formar parte de comunidades. Sin embargo, no siempre se trata de experiencias seguras y positivas.

Desde Unicef lanzaron una serie de consejos para que los adultos logren funcionar como verdaderos mediadores entre sus hijos e internet. De esta forma, lograr aprovechar al máximo todo lo bueno que se ofrece a partir de las tecnologías digitales pero con la protección correcta en torno a posibles daños:

-Establecer normas básicas de manera clara: Mantener conversaciones sinceras sobre con quién se comunican y cómo, quiénes pueden ver lo que publican en internet, entre otros detalles. Explicar que todo lo que se publica en internet (fotos, videos, comentarios, lo que comparten con otros), dejan un rastro de información. Por ello deben asegurarse dejar una "huella digital" positiva, siendo conscientes de lo que hacen y dicen en internet.

Por otra parte, asegurarse que entienden que los contactos discriminatorios o inapropiados nunca son aceptables. Nadie debe difundir rumores ni compartir historias o fotos hirientes o embarazosas. "Lo que puede parecer una broma inofensiva para una persona puede resultar profundamente hiriente para otras", explican desde el sitio web oficial del organismo. Asimismo, si los hijos experimentan algo en internet que los hace sentir molestos, incómodos o asustados, que puedan contarlo inmediatamente a uno mismo o a otro adulto de confianza.

Los niños y niñas a menudo "conocen" a los autores de acoso o abuso en línea, por lo que es importante ayudarlos a estar alerta y saber cómo responder a cualquier comportamiento problemático que encuentren en línea. Además, hablar para establecer normas sobre cómo, cuándo y dónde utilizar los dispositivos.

-Pensar antes de publicar: Pensar dos veces antes de publicar algo en Internet, sobre todo si se está enojado o disgustado. Una vez que se comparte un mensaje, foto o vídeo, es difícil controlar lo que ocurre. Retirarlo es casi imposible.

Por otra parte, recordar que se tiene derecho a la intimidad, al igual que los demás. No está bien entrar en las cuentas de otras personas, usar sus teléfonos sin su permiso o compartir su información o sus fotos.

-Utilizar la tecnología para protección: Comprobar que el dispositivo esté siempre actualizado y que ejecute el software más reciente, y que los ajustes de privacidad estén activados y configurados para minimizar la recopilación de datos, de modo que la gente no vea ninguna información que no se desea que se vea. Ayudar a aprender a mantener la privacidad de la información personal. Si la configuración de privacidad no es segura, cualquiera puede ver su información.

Mantener las cámaras web tapadas cuando no sean utilizadas. Para los niños y niñas más pequeños, herramientas como los controles parentales, como la búsqueda segura, pueden ayudar a que las experiencias en línea sean positivas. Tener cuidado con los recursos gratuitos en línea, incluidos los educativos. Si les piden una foto o su nombre completo, asegurarse de que se trata de un sitio web de confianza.

-Pensar antes de compartir: Se puede cambiar la configuración de privacidad de las redes sociales para controlar quién ve la información, incluida la ubicación. Pensar detenidamente qué se comparte y con quién. No compartir información personal como dirección, número de teléfono o datos bancarios.Y no compartir las contraseñas con nadie, ni siquiera con amigos íntimos.

-Pasar tiempo con los hijos e hijas en Internet: Crear oportunidades para tengan interacciones en línea seguras y positivas con amigos, familiares y con uno mismo. Conectarse con otras personas puede ser una excelente oportunidad para mostrar un modelo de amabilidad y empatía en las interacciones virtuales.

Ayudar a reconocer y evitar la desinformación y la información errónea, los contenidos inadecuados para su edad y los que puedan causarle ansiedad u otros daños. Presentarles fuentes de información fiables. Los niños y niñas pueden estar expuestos a publicidad que promueva alimentos poco saludables, estereotipos de género o material inadecuado para su edad. Ayudar a reconocer los anuncios en línea y aprovechar la oportunidad para explorar juntos qué hay de malo en algunos de los mensajes negativos que ve.

Dedicar tiempo a identificar con aplicaciones, juegos y otros entretenimientos en línea apropiados para su edad. Estar atentos a las aplicaciones que puedan tener contenidos nocivos o plantear riesgos para la privacidad.

-Modelar hábitos online saludables: Fomentar un comportamiento positivo en Internet poniéndolo en práctica uno mismo. Ser conscientes del ejemplo que se da y de lo que se comparte en Internet sobre el hijo o hija, incluidas sus fotos y vídeos. Animarlos a ser amables en Internet y a apoyar a sus amigos y familiares enviándoles mensajes positivos o emojis.

Si tiene clases en línea, animarlo a ser respetuoso con los demás y a ser consciente de lo que puede verse en cámara para mantener la privacidad. Estar alertas si parecen alterados o reservados con actividades en línea. Asegurarles que sufrir abusos o acoso nunca es culpa suya y que no debe mantenerlo en secreto.

Familiarizarse con las políticas de aprendizaje digital de su escuela. Busquen líneas telefónicas de ayuda y recursos locales sobre los últimos temas relacionados con la seguridad de los niños en Internet y sobre cómo denunciar el ciberacoso o los contenidos inapropiados.

-Pensar antes de aceptar: Antes de aceptar una solicitud de amistad, observar el perfil e intentar ver quién es. ¿Tienen amigos en común? ¿Son de la misma escuela o ciudad? No sentirse presionados a aceptar solicitudes de amistad al azar. A veces la gente finge ser alguien que no es, y es difícil saber si dicen la verdad.

-Dejar que se diviertan y se expresen: Pasar tiempo en Internet puede ser una gran oportunidad para que los hijos o hijas sean creativos, aprendan, utilicen su voz para compartir sus opiniones y apoyen causas que son importantes para ellos y ellas. Animar a los hijos a utilizar recursos de Internet que les ayuden a levantarse y moverse, como videos de ejercicios en línea para niños y niñas, y videojuegos que promuevan movimiento físico.

Y, lo más importante, recordar equilibrar las actividades en línea con un estilo de vida activo y el ocio fuera de línea para lograr un equilibrio saludable en todos los aspectos de la vida.

 

Fuente: Unicef.