La soledad, ya sea transitoria o crónica, conlleva serios riesgos para la salud, según un estudio realizado por científicos españoles que como conclusión pidieron a las autoridades, medidas para asistir a las personas que viven solas.

Investigadores de la Universidad Autonóma de Madrid y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental analizaron una amplia muestra de la población española y la relación entre la soledad y la salud, según consignó 20 Minutos.

A partir de 2.390 casos, evaluados en dos ocasiones con un intervalo de tres años, se constató que tanto las personas que sufrieron una soledad transitoria como aquellas afectadas de soledad crónica presentaron, tres años después, un peor estado de salud en comparación con aquellas personas sin sentimientos de soledad.

Los investigadores también observaron que las personas con soledad crónica tenían el peor estado de salud, tanto al comienzo del estudio como en el seguimiento. Los mismos resultados se obtienen incluso teniendo en cuenta la depresión, la cual se confunde con la soledad en numerosas ocasiones.

“Las personas que experimentan una soledad transitoria, relacionada con eventos como la jubilación o la viudez, pueden mejorar gracias a la adaptación a sus nuevas circunstancias y al incremento de actividades lúdicas y sociales”, indicaron los autores. Por su parte, los individuos que sufren una soledad crónica pueden necesitar herramientas procedentes de la terapia cognitiva para combatir la pérdida de control que causa la soledad mantenida a lo largo de los años.