Fue un huracán. El huracán Maximiliano Pullaro, flamante gobernador electo por una ventaja histórica. Ese viento arrasador empujó a la victoria a los candidatos de Unidos para Cambiar Santa Fe en casi toda la provincia. Pablo Javkin (51,74% de los votos) fue uno de los grandes beneficiarios de ese fenómeno. El intendente consiguió ser reelecto y se convirtió en uno de los pocos dirigentes que están en el lugar de ser oficialismo y triunfaron, aunque por un margen tan estrecho que es todo un llamado de atención y lo invita a reconfigurar una gestión que fue avalada pero también cuestionada por el mensaje de las urnas. A Juan Monteverde (48,26) no le alcanzó, pero hizo una gran elección y emerge como un líder político que mantendrá su peso en una ciudad que políticamente quedó partida en dos. La ola contra el peronismo, sector con el que cerró una alianza electoral, fue mas fuerte que la de renovación en la ciudad. 

Pablo Javkin fue reelecto como intendente de Rosario (Alan Monzón/Rosario3)

La gran performance de Unidos alcanzó también para que el frente de frentes se quede con la mayoría en ambas cámaras legislativas, gracias a la victoria de Clara García en Diputados y las de los candidatos a senadores de varios departamentos que estaban en manos del PJ (seis), como Rosario, donde Ciro Seisas arrasó y dejó lejos a Lisandro Cavatorta en la batalla de experiodistas. Así, Pullaro manejará todas las llaves de la gobernabilidad, algo que no tuvieron ni Hermes Binner, ni Antonio Bonfatti, ni Miguel Lifschitz, ni el actual mandatario, Omar Perotti. En el Senado tendrá un bloque de 28 diputados sobre 50 y en el Senado de 13 sobre 19.

Perotti se convirtió en uno de los grandes derrotados de la jornada electoral, al quedar segundo como candidato a diputado detrás de García. Así, a diferencia de lo que pasó en su momento con Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz, no pudo cumplir su objetivo de quedarse con la mayoría en esa Cámara y desde la presidencia de la misma convertirse en contrapeso del nuevo mandatario. Un final difícil para una gestión que incumplió su principal contrato electoral con la ciudadanía: darle paz y orden.

El otro gran perdedor, claro, es Marcelo Lewandoski, que hizo una elección floja, dejando al PJ por debajo del piso del 30 por ciento. Aunque el hecho de haber sacado 60 mil votos más que el gobernador lo ubica con la expectativa de ser parte de una reconstrucción partidaria con el rafaelino relegado.

El peronismo en su conjunto vivió un verdadero desastre electoral en casi toda la provincia. Algo que, aunque la ola antiperonista es un fenómeno nacional, también hay que cargar a la cuenta del gobernador, responsable de la estrategia electoral y, claro, de la gestión.

La fiesta estuvo toda del otro lado. Pullaro hizo historia en varios sentidos: por la cantidad de votos (más de un millón, superando la marca de Carlos Reutemann), por la diferencia (58,4 por ciento a 30,86), y porque después de 60 años Santa Fe vuelve a tener un gobernador radical. También porque se queda con el control de ambas cámaras legislativas y eso le abre la puerta para impulsar reformas significativas, entre ellas la constitucional, aunque él aclara cada vez que puede aclara que eso quedará para más adelante, que las prioridades son otras.

Pullaro, Javkin, Scaglia, Bullrich y Luis Petri, juntos en Rosario (Rosario3)

Claro, deberá contemplar los intereses de sus socios en Unidos para Cambiar Santa Fe –el socialismo, que tendrá mayoría dentro de la mayoría en Diputados, el PRO y el sector radical que se alineó en las Paso con Carolina Losada–, a los que les hará lugar en su gabinete.

El triunfo de Pullaro fue arrasador en todos los departamentos. Donde menor diferencia sacó fue en Rosario, donde la diferencia sobre Lewandowski se reducía a siete puntos. Justamente es el lugar donde la violencia y el delito son las principales preocupaciones de la ciudadanía. No hay margen para que se dilaten mejoras en la situación.

Pullaro festeja su histórico triunfo en la provincia (Alan Monzón/Rosario3)

Pero eso quedará, en todo caso, para después de la fiesta, a la que la primera en sumarse –ya que muy temprano llegó a Rosario– fue la de la líder de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, que también espera que el huracán Pullaro ayude a cambiar los vientos que soplan a nivel nacional y revitalice su convaleciente candidatura presidencial.