Ramón Ortega recorrió su extensa carrera y buena parte de su vida en la entrevista con  A Diario (Radio 2) de este jueves. En diálogo con Alberto Lotuf, el cantante y compositor contó que si bien está en una etapa “más tranquila” sigue escribiendo. "No puedo evitarlo", afirmó.

En el marco de la charla también se refirió a su resistencia a las giras –“después de tantos años de viajar”– y a las regrabaciones que hizo de sus clásicos.

La charla también hizo pie en Lules –la ciudad tucumana donde nació–, en la importancia de su familia y en la emotiva relación que lo unió a Irineo Leguisamo, al que definió como “un segundo padre”.

Por último, confió que sus canciones siempre estuvieron orientadas por un mensaje esperanzador.

Un muchacho como yo

Pese al tiempo que lleva componiendo canciones y a las nuevas grabaciones de sus clásicos, Ortega advirtió que continúa activo: “Sigo escribiendo siempre. No puedo evitarlo”.

Para el compositor –que pertenece a esa generación que “empezaba a cantar en español”–, tener su propio estudio “te da la posibilidad de tocar y experimentar”.

“El estilo era que cada uno agarraba una de esas canciones (clásicos del rock and roll americano) y las grababa en español. Hasta que nosotros empezamos a escribir y cantar nuestras propias canciones”, reseñó.

En la charla, Palito recordó a Sandro y a otros compañeros que “ya no están”. Y mencionó a Charly García, que atravesó su etapa de recuperación en la casa-estudio de Palito en Luján.

Sobre cierta resistencia a emprender giras en la actualidad, explicó: “Imaginate que empecé a cantar profesionalmente en el '62. Pero ya venia de un raid bastante lago. Desde entonces, no paré de viajar”.

Un párrafo aparte en la entrevista merecieron sus primeros años en la ciudad tucumana de Lules, marcados por las carencias, y la muerte temprana de su madre.

“No podría haber escrito un montón de canciones de no haber tenido las vivencias que tuve y los caminos por los que andé. Eso te enseña a disfrutar más cuando llegan las cosas a tu vida”, afirmó.

“He vivido casi dos vidas. He pasado por momentos duros y difíciles, pero la siempre te da la posibilidad de una revancha y una recompensa. Por eso mis canciones apuntan a eso, a no bajar los brazos. La vida sigue”, completó.

Más allá del crédito profesional alcanzado, Ortega destacó la importancia de su familia: “Si uno se dedica sólo a una carrera, por ahí, en la vida no sos tan feliz”.

Palito Ortega se presentará en Rosario el domingo 30 de septiembre en el teatro Broadway, San Lorenzo 1123.

La entrevista