Este sábado a las 21, en el Gran Salón de Plataforma Lavardén (Sarmiento y Mendoza), Luna Monti presenta Solita, un concierto en el que recorrerá el cancionero latinoamericano, por primera vez, en voz, guitarra y cuatro.

“Lo siento como un recital, mas que como un proyecto”, contó Luna Monti a Rosario3 sobre la presentación a la que definió como una "conexión" con su infancia, “cuando tocaba la guitarra y no me animaba a cantar”. Cuesta imaginar cómo una de las artistas más reconocidas y expresivas de la música popular argentina tuvo reparos, en algún momento, de soltar su voz. Según explicó, quien cantaba en la casa familiar de Ciudad Evita con siete hijos era su madre.

“Cuando me di cuenta de que, en realidad, lo que quería era cantar, largué la guitarra. Ahí comenzaron el estudio, los conciertos y, después, durante muchos años, el estar al lado de un gran guitarrista (Juan Quintero)”, detalló.

Como tantas otras cosas en este planeta, la pandemia modificó un camino recorrido y revivió en Luna las ganas de tocar una guitarra "que había quedado en el rincón".

Fue un poco por curiosidad, sin pretensión de escenario o de armar algo. Nos pasa a los músicos y las músicas que, por la exigencia, dejás (algo). Y volví a la guitarra, medio desafinando, armando cositas; así vino este repertorio. Ahora, que pasó un tiempito y que junté un grupo de canciones, decidí, salir del living de casa y llevarlas a un escenario”, confió la entrevistada, al hablar del "desafío" de subirse a un escenario en soledad, a sus 47 años.

La Luna de Solita arregla todo: desde el repertorio hasta "cuestiones de sonido y artísticas". No esconde el entusiasmo que le genera “este baile”: “Es una hermosa experiencia sentir eso de que «no sabés nada»”.

En su perfil de Instagram, Monti compartió fragmentos de interpretaciones de temas de Chabuca Granda, Fernando Cabrera y Martín Neri, entre otros nombres.

Consultada sobre las composiciones que integrarán el repertorio de Solita, la entrevistada adelantó que estarán las citadas arriba y algunas propias, en una elección orientada por “la música popular con un aire folclórico, pero no estrictamente”.

Ante la pregunta de su faceta como autora, Luna prefirió tomar distancia sobre la posibilidad de sumar ese crédito a su carrera: “No soy compositora. No tengo este hábito tampoco, pero vinieron algunas canciones”.

En Solita, además de la puesta individual que supone la palabra, interviene lo familiar. Pasa que así la llamaba su madre de pequeña: “Hoy estoy abrazando con mucho cariño a esa niña, un poco para darle lugar a la simpleza, a la inocencia y al juego de la infancia”.

—¿Qué esperás que pase con Solita?
Me acerqué a la música por un impulso y esa libertad me ha llevado por buen camino. Me gustaría que la gente venga a escuchar a otra Luna. La esencia, lo digo por quien no me conoce y quien sí, es la misma, pero este recital tiene algo mucho más íntimo y despojado. Hace unos ocho o diez años que no voy a Rosario y también a ese público le han pasado muchas cosas, ha cambiado.

Las entradas para Solita se pueden adquirir en la boletería de Plataforma Lavardén y a través del entradaslavraden.com.ar