El pasado jueves 19 de diciembre, el Senado de la provincia de Salta sancionó el nuevo Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos (OTBN). La organización ambientalista Greenpeace se refirió al proyecto y repudiaron el mismo a través de sus redes sociales y página web. Aprobaron la destrucción de 700 mil hectáreas”, sentenciaron.

La Ley de Bosques (26.331) marca tres colores en los mapas provinciales de ordenamiento territorial: verde, donde se permite la deforestación; amarillo, donde se permite, pero sujeta a la aprobación de la autoridad de aplicación; y rojo, que indica las tierras que tienen un “muy alto valor de conservación y no deben transformarse“.

El nuevo ordenamiento en Salta establece un cuarto color (amarillo oscuro), que identifica una nueva zona para habilitar desmontes, llamada “Área de Producción y Conservación”. En el mapa, esa zona cuenta con un punto verde (en el que podría deforestarse) pero cuya ubicación catastral no queda definida en la ley, sino que “se irá identificando en dicha categoría a medida que se vaya definiendo la misma a nivel predial, como así también su remanente, que se incorporará a la Categoría II (amarillo)”. Es decir, que hay zonas boscosas que no quedan debidamente identificadas para su conservación.

La modificación en la normativa habilita el cambio de uso del suelo a criterio del gobernador, Gustavo Sáenz, según publica la agencia de noticias Tierra Viva. Establece que las urbanizaciones, obras públicas o de infraestructura que impliquen un cambio de uso de suelo serán autorizadas por la «autoridad competente» según la Ley Provincial 7070 de protección del ambiente. Por otro lado, las áreas comprendidas en las categorías de conservación también podrán destinarse a los cuestionados proyectos de certificación de bonos verdes.

"La reciente aprobación del nuevo ordenamiento territorial en Salta representa un golpe devastador para los bosques nativos y las comunidades que dependen de ellos. Este mapa, que habilita el desmonte de más de 700 mil hectáreas de bosques, contradice la Ley de Bosques y desconoce los reclamos de la sociedad civil, marcando un retroceso sin precedentes en la protección ambiental de la región", escribieron en la página oficial de Greenpeace. 

“Vamos a denunciar en la Corte Suprema este ordenamiento regresivo, en el marco del amparo por el yaguareté. Más desmontes significan menos chances de subsistencia de los últimos yaguaretés de la región chaqueña”, afirmó Noemí Cruz, coordinadora de la Campaña de Bosques de Greenpeace Argentina.

Según detallan, la aprobación de este ordenamiento profundiza la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, favoreciendo la impunidad de quienes destruyen el ambiente. “El ordenamiento aprobado legaliza desmontes donde antes estaban prohibidos y crea categorías transitorias no contempladas por la Ley 26.331, lo que en la práctica desdibuja cualquier límite real al desmonte”, señaló Cruz. 

A comienzos de este mes, activistas de Greenpeace protestaron frente al Palacio Legislativo luciendo los trajes característicos de los gauchos Infernales de Güemes y desplegaron un cartel con la leyenda “Legisladores, su voto traiciona los valores de Güemes”, para rechazar la aprobación.

La organización Greenpeace frente a los Legisladores. Leandro Herrera Greenpeace

El proceso para cambiar el ordenamiento territorial en Salta comenzó en 2020. Verónica Ardanaz, integrante de Fundación Cebil y del Consejo Asesor creado para la modificación, denuncia que la propuesta del Ejecutivo “es un mapa sacado de un laboratorio, totalmente fuera de contexto y sin la participación de las personas del territorio”.

Añade que, dentro de la nueva categoría propuesta, se incluyen territorios que están en litigio, como es el caso de Maitines en la yunga de San Lorenzo. “Es una aberración bajo todo punto de vista. Por la falta de participación, por inventar categorías y por relocalizar colores”, cuestiona.

"Desde Greenpeace, el repudio es categórico. La organización reitera que la destrucción de los bosques nativos y su biodiversidad no solo afecta al ambiente, sino que también perpetúa la desigualdad social y condena a las futuras generaciones a enfrentar una crisis ambiental de proporciones catastróficas", culminaron.