Las organizaciones ambientalistas nucleadas en el colectivo Más río, menos basura y decenas de voluntarios culminaron una nueva jornada de recolecciones en la costanera norte del Paraná de Rosario. Los sorbetes, hallados en cantidad en zonas aledañas a los bares, son prohibidos por ordenanza en la ciudad desde 2021. También se encontraron otros plásticos y animales muertos.

Unas cien personas recorrieron desde las 9 del sábado la costa en la zona del acuario, el camping municipal, Costa Alta y la Rambla Catalunya, y un grupo más reducido de ambientalistas que cruzaron en kayaks, recolectaron en las islas Los Mástiles y Destilería.

Como resultado, se llenaron 11 contenedores de basura, cuatro más que en 2023, que era retirada este domingo por camiones recolectores para desechar en el predio municipal. En las islas, lo recolectado fue de 160 kilos de basura.

Entre los hallazgos que más lamentaron los ambientalistas, el referente de Taller Ecologista, Mirko Moskat, precisó a Rosario3 que dieron con una gran cantidad de peces muertos en la costanera, puntualmente en la parte del camping municipal.

“Hallamos muchos vasos y bandejas descartables y bolitas de telgopor (imposibles de recolectar), bolsas de residuo y una heladera. También encontramos un perro y un chancho sin vida. La idea es recolectar cada vez menos, pero lamentablemente cada vez es más cantidad y cosas que sorprenden más”, destacó.

Entre los objetos que encontraron, Moskat enumeró varias sillas, ruedas de camiones y mangueras. Y la predominancia de botellas plásticas, y de decenas de colillas de cigarrillos. Y fueron sorprendidos por dar con una numerosa cantidad de sorbetes plásticos cerca de los bares de la Rambla Catalunya, si se considera que estos fueron erradicados para el consumo por la ordenanza 10.158, que rige desde febrero de 2021.

Una hipótesis de las agrupaciones ecologistas, a partir del clima de las últimas semanas y de su experiencia es que la cantidad de basura hallada fue mayor producto de que “las lluvias de los últimos días haya arrastrado la basura que estaba en el arroyo Ludueña, de la cual parte se pudo haber depositado en la costa del río”.

Los ecologistas desplegaron su bandera con la insignia que los nuclea como colectivo.

Las tareas de separación para reciclar

Por la tarde, dos grupos de voluntarios realizaron la clasificación y cuantificación de la basura para enviar una parte a la planta de reciclaje municipal. Separaron lo hallado por materiales, y fue entonces que confirmaron que, al igual que todos los años anteriores, entre los tipos de residuo, predominaron los plásticos.

Si bien la tarea de separación se realiza para enviar los residuos en mejor estado a la planta de reciclaje, Moskat destacó que no fue mucho lo que se pudo recuperar: “Las condiciones en que llegan los residuos hace que aunque en parte sean reciclables, llegan tan sucios que hay que ver cuánto efectivamente se reciclará finalmente”.

Así se encontraba la costanera de las islas entrerrianas que un grupo recolectó.

El referente ambientalista aclaró que “en unos días habrá un análisis fino de lo encontrado. Se armaron registros con todos los datos de lo recolectado”, los que serán procesados para detectar, por ejemplo, cuáles son las industrias más contaminantes según las marcas -en marzo pasado ya se hizo- de todo lo hallado.

En torno a la cantidad de lo recolectado, destacó que “depende no solo de cuánta basura haya, sino también de factores como el nivel del río y de la posibilidad de recorrer más lugares. Este año lo encontramos muy bajo, y eso hizo que se pueda a acceder a más lugares”.

Finalmente agregó que “algunas cosas daban la impresión de ser bastante viejas, es decir, de haber estado mucho tiempo en el ambiente, y ese deterioro es difícil de reciclar. Por ejemplo, encontramos un envase de arroz con fecha de elaboración en 2013”.

Gran parte de lo recolectado en la jornada del sábado, que se enviará a la planta municipal.