Sorpresa, estupor. Javier Milei se convirtió en la gran estrella de la jornada electoral. No solo era el candidato más votado sino que el postulante libertario le ganaba también a los dos precandidatos sumados de Juntos por el Cambio, donde Patricia Bullrich derrotó en la interna a Horacio Rodríguez Larreta. El peronismo (Unión por la Patria) quedaba tercero con algo más del 25 por ciento de los votos, una elección pobrísima en la que Sergio Massa aventajaba por mucho a Juan Grabois.
Así, las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) permitían una primera lectura: la crisis sistémica de la democracia argentina se tradujo en un castigo a la política tradicional y por primera vez el descontento, que abarca al peronismo gobernante pero también a Juntos por el Cambio que gestionó a nivel nacional hasta hace cuatro años, fue capitalizado por un líder emergente, Milei, que encontró en el calificativo "casta" la palabra justa para descalificar a una dirigencia que se enfrascó en disputas palaciegas que la alejaron de la ciudadanía.
Tanto es el enojo de la población con la dirigencia que no solo ganó Milei: además hubo un 31 por ciento de ausentismo. Es decir que la asistencia quedó por debajo del 70 por ciento que es el piso histórico para una Paso presidencial. Algunos auguraban que sería mayor.
El hecho de que la opción más votada en Juntos por el Cambio haya sido Patricia Bullrich marca claramente un vuelvo a la derecha del electorado. La cosecha de la opción más moderada de esa fuerza, Horacio Rodríguez Larreta, era bien baja, lo que lleva a que la suma de la alianza entre el PRO y la UCR totalice una porcentaje muy por debajo a sus expectativas, que era ganar como fuerza: menos del 28 por ciento de los votos. La durísima disputa interna que protagonizaron salió bien cara.
En Unión por la Patria, en tanto, Massa le ganaba a Grabois por mucho, pero no cumplía ninguno de los objetivos que se había fijado: ser el más votado y que el PJ superara el 30 por ciento.
Sin embargo, el hecho de que Rodríguez Larreta quede fuera de carrera para las generales de octubre y que las otras dos opciones estén absolutamente volcadas a la derecha le abre una posibilidad para llegar al balotaje, pues le queda para trabajar prácticamente todo el espacio de un centro político que, aunque se vea reducido, casi no tiene otra alternativa salvo el cordobés Juan Schiaretti que rondaba el 5 por ciento. Acaso también el establishment económico lo termine respaldado, ante la imprevisibilidad y las falencias que en materia económica plantean Milei y Bullrich.
En cuanto a las claves de la gran eleccion de Milei, una de ellas es su performance en el centro del país con resultados superlativos en Santa Fe, Córdoba, Mendoza y algunas zonas del Gran Buenos Aires.
Este domingo hablaron las urnas y para este lunes se espera otro mensaje importante para la Argentina que viene: la de los mercados. La primera variable a observar será, desde la mañana, el valor del dólar.