Al menos nueve personas resultaron heridas este sábado por un brutal tiroteo en un parque acuático de Detroit, Estados Unidos, en el que el agresor efectuó al menos 28 disparos contra turistas que recorrían el lugar. Cinco horas después del ataque, el tirador se quitó la vida.
El brutal hecho ocurrió durante la tarde del sábado en un parque ubicado en la localidad de Rochester Hills, un suburbio de Detroit, a donde el agresor llegó en auto y prácticamente sin mediar palabra comenzó a disparar.
Un niño de 8 años se encontraba en estado crítico tras recibir un disparo en la cabeza, mientras que su hermano de 4 años también resultó herido, aunque permanecía estable. Su madre también se encontraba en estado crítico tras resultar herida en el abdomen y la pierna, según informó a la prensa el jefe de la policía del condado de Oakland, Michael Bouchard.
Las otras seis víctimas, todas de 30 años o más, se encontraban en estado estable, añadió el sheriff.
Bouchard relató que el atacante "paró su auto, salió del vehículo, se acercó a la zona acuática y abrió fuego. Recargó, abrió fuego de nuevo, recargó y se marchó". El sospechoso fue descrito como un hombre de 42 años, mientras que los motivos del tiroteo no estaban claros.
Ni bien se produjo el ataque y se advirtió a las autoridades, se emitió un comunicado a través de las redes sociales para pedirle a la población de Rochester Hills que evitara salir de sus casas, dado que no lograban dar con la ubicación del atacante.
El alcalde de la ciudad, Bryan Barnett, informó horas más tarde del hecho que el agresor había fallecido y que presentaba lo que parecía ser "una herida de bala autoinfligida", según escribió en su cuenta de Facebook.
"No tengo comentarios sobre este individuo ni sus potenciales motivos. Estoy seguro de que se descubrirán más en los próximos días y pido paciencia a nuestra comunidad mientras nuestros primeros auxilios completan esta investigación", agregó el alcalde, quien confirmó que recibió llamados desde la Casa Blanca y de parte del Gobernador.
