1– Julio César Falcioni: “Una persona resiliente que superó muchas dificultades en su vida. Con Julio fuimos compañeros en América de Cali y era el mimado del entrenador Gabriel Ochoa Uribe, que conocía el puesto porque que había sido arquero. Recuerdo cuando le preguntó: «¿Ud. con 21 años se considera un gran arquero?» Falcioni con firmeza le respondió: «Por supuesto». Y el Viejo Uribe con su estilo y personalidad lo ubicó: «Le faltan ocho años para que logre transformarse en un gran arquero». Julio no podía creer lo que había escuchado, pero siguió trabajando y se convirtió en el mejor arquero del futbol colombiano. Y con el paso del tiempo también se convirtió en un gran DT”.

2– Edgardo Bauza: “Un futbolista que transformó en talento el temperamento, la voluntad y la capacidad. Con el Patón de compañero sentías que le podías ganar a cualquiera. Fue un jugador que en sus comienzos le costaba pegarle bien a la pelota y terminó siendo el que mejor pateaba del equipo y al que nadie le podía sacar los tiros libres. Es de esas personas que marcan a todos los que están a su alrededor. Todo lo que transmitió adentro de una cancha, después lo transmitió como entrenador a sus dirigidos. Logró que equipos llenos de limitaciones encuentren la nafta súper, se potencien y finalmente alcancen los objetivos. Es uno de los mejores amigos que me dio el futbol y le estoy eternamente agradecido por todo lo que hizo por mí”. 

3– Jorge García: “Un futbolista que tenía todo y todo lo hacía bien. El Chiquilín podía jugar en cualquier lugar de la cancha, fue un jugador que hoy no tendría precio. Lo quiero mucho”.

4– Eduardo Saporiti: “Uno de los marcadores de punta más difícil de superar que enfrente en mi carrera. Era imposible ganarle en velocidad. Con el Sapo fuimos compañeros un año en River y me demostró ser una persona 100% humilde. Muy buena gente”.

5– Omar Palma: “El único futbolista al que nunca le picó mal la pelota. El Negro fue uno de los mejores jugadores que vi en mi vida. Era muy talentoso, rebelde y guapo. Me hubiese gustado tratarlo más cuando se dedicó a la dirección técnica. Cuando él asumió como coordinador de las divisiones inferiores de Rosario Central, compartimos espacio muy poco tiempo porque después de unos meses me fui. Lamentablemente, nos faltó tiempo de convivencia y nos distanciamos”.

6– Leonardo Talamonti: “Un virtuoso de la voluntad. El Oveja fue un jugador muy inteligente que nunca se achicó y convirtió sus limitaciones en desafíos. A lo largo de toda su carrera, nunca paró de aprender”.

7– Néstor Gorosito: “Un futbolista exquisito. Pipo siempre jugó a la pelota y no al futbol. Por dónde pasó dejó su huella, es de esos jugadores que no se olvidan”.

8– José Luis Gaitán: “Un recuperador brillante. El Loro con esas patitas de catre marcó un estilo en Central. Te quitaba la pelota y no te dabas cuenta. Y cuando él la tenía era imposible sacársela. En mi equipo, el ocho siempre es el Loro Gaitán”.

9– Enzo Francescoli: “Uno de los ídolos de River. Enzo fue un nueve moderno para la época que le tocó jugar, las décadas del 80 y 90. Fue un maestro de la táctica para encontrar los espacios, para apostar a los lugares vacíos y para definir con elegancia. Lo que se proponía adentro de una cancha lo ejecutaba con éxito”.

10– Norberto Alonso: “¡Un crack con todas las letras! El Beto fue el zurdo más elegante que vi adentro de una cancha. Fue un jugador que Inventaba jugadas, partido a partido”.

11– Luciano Figueroa: “El cabeceador más versátil que vi en el futbol argentino. Lucho para impactar la pelota giraba su cabeza como una lechuza y le daba la dirección que pretendía. De chico era muy caprichoso, creía que jugar de nueve era solo empujar la pelota a la red. Lo pusimos a correr de área a área y le enseñamos a acostumbrarse al esfuerzo. Aprendió todo, mejoró notablemente y realizó una carrera fantástica. Tuve la fortuna de hacerlo debutar en la primera división de Rosario Central, de verlo crecer y de disfrutarlo con la camiseta de la Selección Argentina”.