No fue una buena noche la de Lionel Messi. Apenas pudo participar del juego durante el partido, que tuvo mucho roce por el juego físico que propuso Ecuador y eso lo perjudicó. Sobre todo porque no estaba óptimo, después de la molestia muscular que sufrió ante Chile y que lo obligó a descansar frente a Perú. Y como si eso fuera poco, erró su penal, en el primero de la tanda. Por suerte estaba Dibu Martínez para ayudarlo. 

Parecía que Messi otra vez sentía la maldición de un penal errado en una Copa América jugada en Estados Unidos, como en 2016 en la final ante Chile, aquella vez que renunció a la selección. Decidió picarla, en una ejecución atípica en él, y la pelota dio en el travesaño. 

"Lo venía hablando con el Dibu y con los arqueros. Venía pateando cruzado y fijate que el arquero se la juega por un tiro cruzado. La quise tocar suave pero se me fue", explicó Leo sobre su decisión en el primer penal de la serie. 

Luego habló de Dibu: "La verdad que es un monstruo. A él le gustan esos momentos, se agranda. Siempre no dice que por lo menos dos penales va a atajar", dijo. 

Sobre su estado físico, comentó: "Me quedó esa molestia del partido con Chile y lo fui llevando de a poco. En el último entrenamiento me sentí mucho mejor y por eso decidimos que podía estar"