La Justicia de Nueva York profundizó la investigación sobre los activos de Vicentin y abrió un segundo proceso de descubrimiento para determinar la ruta de los dólares de la cerealera por fuera del concurso abierto en Argentina.

La medida decretada este 6 de octubre en Estados Unidos se conoce como “discovery” y surge a pedido de los acreedores extranjeros. Se trata de un proceso de análisis de detección de activos y transferencias protegidas por el secreto bancario. Es la segunda de este año contra la cerealeara santafesina.

Según explicó a Rosario3 el abogado Mariano Moyano, que representa a un grupo de acreedores financieros, “la orden judicial del juez de Nueva York abre un segundo proceso iniciado por los bancos en el extranjero para saber qué pasó con el flujo de dólares y divisas fuera de la Argentina”.

“Claramente ninguno de los bancos está satisfecho con la respuestas dadas por Vicentin y no hay un acuerdo entre las partes como se anunció. Por eso se recurre a la Justicia”, agregó el demandante y señaló que entre las entidades se encuentra “Coöperatieve Rabobank U.A.”, lo que desmiente un supuesto pago y arreglo con la agroexportadora.

En el documento de la Corte del Distrito Sur de Nueva York al que tuvo acceso este medio también figuran entre los demandantes “Credit Agricole Corporate and Investment Bank; ING Bank N.V.; International Finance Corporation; Natixis, New York Branch; and Nederlandse Financierings”. El consorcio financiero demanda unos 500 millones de dólares impagos.

Moyano detalló que el primer discovery se direccionó a operaciones concretas de Vincetin en determinados bancos de Nueva York pero “no fue satisfactorio”. Como la medida es puntual y no general, los bancos recurrieron nuevamente a la Justicia para profundizar la investigación.

“En el primer proceso empezaron a descubrir cosas raras pero no pudieron avanzar por el secreto bancario y por eso se realiza esta nueva petición”, aclaró.

La sospecha de los acreedores financieros es compartida por los directivos del Banco Nación y otros actores que denuncian estafa y lavado: creen que Vicentin y sus directivos fugaron activos a través de un complejo entramado de sociedades paralelas y offshore. Algo que se vio, a pequeña escala, en el laberinto que nace en un domicilio de San Lorenzo, frente al Campo de la Gloria, y conecta con las Islas Vírgenes Británicas.

La contracara de ese proceso es que dejaron a la empresa madre (Vincetin Saic) endeudada pero sin los activos más importantes (en manos de otras firmas vinculadas), algo que el tardío balance 2019 no pudo aclarar.