Si bien el aluminio es un material que resiste, el contacto con el oxígeno hace que se genere oxidación. Una correcta limpieza ayudará a revertir este efecto, además de asegurar que su funcionamiento siga siendo óptimo.

En primer lugar, expertos y expertas recomiendan no utilizar productos abrasivos o químicos, o esponjas duras que pudieran rayar el material. De hecho, si la suciedad no es muy grave, con un simple paño con agua caliente y detergente o jabón neutro bastará. Para finalizar, utilizar papel absorbente.

Limpiar y recuperar el aluminio es una tarea sencilla (cleanipedia.com)

Limpiar aluminio muy sucio

En caso de que la suciedad sea más grande, se recomienda el uso del amoníaco. El mismo se mezcla con agua, utilizando un litro de esta última con media taza del producto. Colocar un paño dentro y frotar directamente sobre el aluminio.

El alcohol de quemar, a base de metanol, sirve para quitar suciedad que se haya incrustado en el aluminio. Mezclar una taza de vinagre blanco y media taza de alcohol, y aplicar con un paño sobre la ventana de aluminio. Recordá utilizar guantes para hacerlo.

Otra de las opciones es el uso del bicarbonato que, entre sus múltiples finalidades, sirve para quitar manchas de óxido. Mezclar el jugo de un limón o vinagre con un poco de bicarbonato y colocar sobre las manchas.

El ketchup es uno de los ingredientes más llamativos pero que más sorprende con su resultado (serviciosdelimpieza.net)

Entre las opciones más llamativas, sin dudas, se encuentra la pasta de dientes. Colocar un poco de pasta sobre un papel y refregar por la ventana.

La sal también es otra gran aliada, mezclada con harina y vinagre para obtener una pasta. Dejar descansar 15 minutos sobre las manchas que se deseen quitar, y luego remover con agua tibia.

Finalmente, el kétchup también funcionará por los ácidos del tomate que lo componen. Colocar directamente sobre la mancha de óxido y frotar con un trapo suave.

Devolver el brillo

Una receta para aplicar y devolver el brillo consta de colocar una cucharada de vinagre blanco, una taza de agua caliente y 2 cucharadas de jugo de limón. Si se cuenta con un pulverizador, colocar esta mezcla allí dentro y rociar por la ventana. Con ayuda de un paño, frotar bien.