Encontrar a personas y personajes con fuerza, con carácter, con libertad y, sobre todo, con personalidad es, cada vez, mucho más difícil. Aunque vivamos en una sociedad que grita a los cuatro vientos que lo diferente es lo especial, lo único y lo excepcional, la gran mayoría de las veces en cuanto aparece alguien que rompe los esquemas es criticado o humillado.

Quienes la conocen dicen que Kitten Kay Sera es una mujer que irradia buena energía y que, sin dudas, se hace notar en donde esté. Conocida como “The Pink Lady of Hollywood” (La Dama de Rosa de Hollywood), Kitten empezó a vestirse de rosa de pies a cabeza cuando tenía 20 años. Hoy, a sus 56, no sólo tiene un guardarropas en donde no hay lugar para otro tono, sino que toda su casa está ambientada con ese color y hasta su perro lleva teñido el pelo de rosado (ella aclara que usa una tintura inofensiva).

Su pasión por el rosa es tal, que Ripley’s… Believe it or Not! Le otorgó el título de “La persona más rosa del mundo”. Se sabe que su inversión fue de más de 1.5 millones de dólares para lograr que su obsesión por el rosa invada cada espacio de su vida.

Empezó en el mundo de la música cuando tenía 6 años participando en diferentes shows junto a sus cinco hermanas. Hoy sigue cantando y, además, trabaja como actriz. También participa en producciones de moda en las que llegó a compartir flashes con Lady Gaga para la revista Rolling Stone y con Paris Hilton para Moschino.

Kitten no es ajena a las burlas por su look o por su edad pero ella responde que las metas no tienen fecha de vencimiento y que lo que vale es el feedback positivo que recibe que aquellos comentarios que puedan juzgarla. Esta actitud es la que trata de contagiar a los que la rodean.

Aunque pueda parecer una persona intensa o extravagante a primera vista, es un personaje bastante inspirador porque luchó, y lo sigue haciendo, contra prejuicios con los que toda mujer se enfrentó alguna vez. Uno de ellos, por ejemplo, es el ageism. Fue juzgada por su elección de vida, por ser una mujer madura y, aun así, salió adelante, siguiendo a sus propios instintos y su camino.

Actualmente vive en Hollywood y aunque no lo creas, Kitten asegura que este color no lo asocia con Barbie ni con lo femenino, sino con la grandeza y el poder, algo que hace que todos los días se levante con una sonrisa.

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