La conciencia medioambiental es una tendencia en auge de un tiempo a esta parte. En el terreno de la moda, cada vez nacen más marcas que siguen una forma de producción responsable con el medio ambiente y con los trabajadores, una filosofía que se ha bautizado como “Slow fashion”, la antítesis de lo conocido como fast fashion, o moda industrializada.

Artesana, atemporal, duradera y de calidad. Así es la moda confeccionada a fuego lento, Slow fashion, un concepto que siempre ha estado vinculado al mundo artesano y al patrimonio cultural y hoy se conoce como el nuevo lujo.

¿Qué es el Slow fashion?

Slow fashion es ropa confeccionada a mano, duradera y de calidad. Pero además esta moda, es responsable con el medioambiente: reduce los residuos de la industria textil, utiliza los recursos de la economía local y pone en valor la cultura nacional.

Los mandamientos del Slow Fashion:

- Oponerse a la moda producida en cantidades supra industriales.

- Decidirse por productos artesanales para apoyar a las pequeñas empresas, el comercio justo y las prendas fabricadas localmente.

- Fomentar el reciclado de prendas comprando ropa de segunda mano o vintage y donando las prendas que ya no se utilicen.

- Elegir ropa fabricada con materiales sostenibles y producida éticamente.

- Incorporar a nuestros armarios prendas clásicas y que duren más tiempo.

- Hacer nuestras propias prendas: reparar, personalizar, para así alargar sus años de vida.

- Disminuir el consumo de ropa: no comprar de forma compulsiva sino elegir prendas especiales y de máxima calidad.

Los consumidores se preocupan cada vez más por conocer el origen de la ropa que adquieren: dónde están fabricadas, con qué materiales, por quién. El consumidor se ve inmerso en el proceso completo desde que la prenda se diseña hasta que la compra.

¡Unite al movimiento de moda sostenible!