A estas alturas hemos visto sombras de todos los colores: azules, verdes, amarillos e incluso arcoíris. Pero ahora la nueva tendencia es realizar un maquillaje ahumado con tonos rojos. Sí, escuchaste bien. El color rojo, que antes era impensable para algo que no fueran los labios ha cambiado de formato. Y como con este color no hay límites, los resultados se pueden conseguir con sombras, coloretes o inlcuso lápices de labios para dar un acabado mucho más intenso.

Y aunque pueda sonar un poco extremo, lo cierto es que dominando mínimamente la técnica del difuminado, puede resultar incluso más sencilla que una sombra negra, ya que ésta es más marcada y, por lo tanto, cualquier pequeño error se verá más claramente.

Todas las variantes, independientemente del tono de rojo escogido, se aplican con la clásica técnica de los ojos ahumados, por lo que es, en realidad, una reinvención del smokey eye pero con un punto más dramático, por no decir favorecedor a todos los rostros.

Eso sí, siempre es buena idea añadir una buena máscara de pestañas para que éstas resten un poco de intensidad al rojo. Ahora que la primavera llegó, es el momento perfecto para incorporar una nota sorprendente al look.

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