De ser una empresa tecnológica casi desconocida, Zoom pasó a convertirse en sinónimo de las videollamadas cuando el Coronavirus golpeó al mundo y obligó a las poblaciones a encerrarse en sus casas a comienzos de 2020. Su ascenso meteórico entre usuarios e inversores llegó a su fin con la salida paulatina de la pandemia.

Fundada en 2011 por Eric Yuan, Zoom hizo su oferta pública en el mercado de acciones en 2019. Pero fue recién en marzo del 2020 cuando alcanzó su pico de popularidad. La plataforma pasó de ser una empresa marginal del ecosistema tech a ser vía de acceso por la que se generaban reuniones de trabajo, sesiones de gimnasio, encuentros familiares o clases virtuales para niños y adolescentes.

En diciembre de 2019 se realizaban 10 millones de "llamadas" diarias a través de Zoom, en abril del 2020 ese número creció hasta llegar a 300 millones. Esto disparó el valor de sus acciones que entre marzo y octubre del 2020—durante las cuarentenas estrictas—creció un 450 por ciento. Pasó de u$s105 a u$s568, su máximo valor.

A partir de ese picó, entre octubre del 2020 y el mismo mes del 2021, cayó más de un 50 por ciento—llegó a costar u$s276—y luego la perdida de espiraló hasta perder un 70 por ciento de su valor bursátil entre noviembre del 2021 y marzo del 2022.

El progresivo regreso a la normalidad, sumado a una serie de movimientos económicos y empresariales que afecta a toda la industria tecnológica, marcan la caída constante de su acción durante el año pasado y lo que transcurrió del 2022.

Al día de hoy su acción cotiza alrededor de los u$s105, lo que equivale a su valor original prepandemia.

El caso de Zoom está lejos de ser el único, aunque los motivos pueden ser otros: Las acciones de Netflix–que también se dispararon en pandemia–acumulan una caída del 70 por ciento desde sus picos de octubre. En este caso se juntan dos factores: por un lado el fin de los confinamientos y por otro el aumento de la competencia en el mercado on-demand con Disney+, Amazon, HBO Go, entre otras. Respecto de Amazon, también sufrió el golpe de este nuevo panorama: su acción perdió un 30 por ciento de su cotización desde noviembre de 2021.

Estos movimientos inestables en tecnológicas de peso llevó a una caída del Nasdaq de 20 puntos en Wall Street en lo que va del año.