Por Claudia Guardia*

Al pensar en la tecnología de la cadena de bloques o blockchain, rápidamente asociamos estos conceptos a las cripto monedas y en particular a bitcoin, lo que no siempre es correcto. Una cadena de bloques es una base de datos de transacciones que se actualiza y comparte información entre muchas computadoras de una red. Las criptos sin dudas operan sobre la tecnología blockchain, sin embargo y principalmente a partir del surgimiento de la red de Ethereum, han emergido innumerables proyectos que buscan equilibrar la economía global con un mundo más habitable.

Pero ¿qué es en realidad Bitcoin y que es Ethereum? ¿Existen diferencias entre ambos?.

Ethereum es una tecnología que tiene como cofundador a Vitalik Buterin, un joven de 28 años. En 2015 Vitalik lanza un instrumento utilizado para la creación de aplicaciones y organizaciones, mantener activos, realizar transacciones y comunicarse de manera descentralizada, en otras palabras, sin estar controlado por una autoridad central. Ethereum tiene su propia criptomoneda, el Ether. Si bien tanto Bitcoin como Ethereum permiten usar dinero digital sin proveedores de pago ni bancos, lo disruptivo de Ethereum es que produce una innovación, ya que se pueden crear e implementar aplicaciones sobre su red como, por ejemplo: servicios financieros, juegos, metaversos, entre muchos más. Todo esto transcurre en una red de código abierto, mediante la ejecución de los llamados Smart Contracts o Contratos Inteligentes. En tanto Bitcoin es solo una red de pagos.

En este punto la red de Ethereum actualiza el concepto de “Economía Creativa” por “Economía del Creador”, ya que otorga a los creadores nuevas herramientas para monetizar por el producto de su trabajo. Hasta este momento las grandes plataformas centralizadas como YouTube o Spotify han dominado internet, basadas en un modelo de anuncios o suscripciones para que los creativos puedan obtener una pequeña fracción de los ingresos, si bien por ejemplo Spotify es una empresa de 40.000 millones de dólares. Dentro de este sistema el artista cobra por su “exposición”, mediante la publicación en Instagram o en Twitter, mientras que las plataformas capturan el valor de su trabajo. En contraposición con esta realidad y mediante la utilización de la red de Ethereum, solo en el año 2021, artistas, músicos, escritores y otros creadores, han ganado en conjunto alrededor de 3500 millones de dólares. Junto a este crecimiento de la economía del creador que actúa como una revolución silenciosa, han emergido plataformas, mercados y herramientas, como los NFTs, Non Fungible Tokens, un certificado digital que representa la propiedad de objetos únicos, que nos permiten tokenizar desde arte, música, fotografía, videos, elementos de juegos, coleccionables, entradas para conciertos, garantías para préstamos, certificados de autenticidad, gobernanza, e incluso bienes raíces.

En su última visita a Argentina en el año 2021 Vitaly Buterin destacó algunos potentes proyectos como: Proof of Humanity y Kleros.

Proof of Humanity es un sistema social de verificación de identidades humanas. En este punto me gustaría hacer un apartado para recordar una película del año 2004 “I Robot” en una trama sumamente interesante que nos muestra un futuro hipotético en que los robots con inteligencia artificial avanzada son la principal fuerza laboral, con un final que encierra un peligro para la humanidad.

Proof of humanity o prueba de identidad. Es un sistema de identidad digital construido sobre la blockchain de Ethereum, que certifica que somos humanos mediante una aplicación descentralizada. Una de las aplicaciones de este sistema de verificación de identidades es el Ingreso Básico universal “UBI”, asegurando el pago de un token UBI por hora si se logra demostrar que se es humano y se construye la identidad digital.

Otro de los proyectos es Kleros. Un protocolo de arbitraje en línea de código abierto, descentralizado y construido sobre la blockchain de Ethereum, que utiliza crowdsourcing para resolver conflictos de manera justa, rápida, económica y confiable. Se basa en los incentivos de la teoría de los juegos para desarrollar su sistema de justicia a partir de la introducción de jurados anónimos e incomunicados entre sí. Para actuar como jurado se debe depositar tokens Pinakios (PNK) en staking; una vez que los candidatos se han postulado depositando sus tokens, para la corte que quieren trabajar, la selección final se realiza por sorteo. Si el voto coincide con el de la mayoría, reciben una recompensa, si no, pierden lo depositado.

¿Ahora, cómo se combina blockchain y la inteligencia artificial? ¿Podemos hablar de Inteligencia artificial descentralizada? Preguntas que iremos resolviendo en el futuro. Con voces a favor y en contra la Inteligencia Artificial o como comúnmente se la llama IA, y blockchain se están convirtiendo en las claves para el crecimiento del mundo. Los escenarios prometedores muestran que para el año 2025 serán creados 97 millones de empleos vinculados a la IA.

Lo evidente, es que tanto la cadena de bloques como la inteligencia artificial están moldeando el presente/futuro, y nos invitan no solo a aceptarlas, sino a utilizarlas a nuestro favor.

*Abogada, Magister en Gestión de Empresas de Industrias Creativas y Cultura, Especialista en Derecho de Autor, Fintech y Blockchain. Experta en Economía Creativa, en Tasación de Obras de Arte y Pinturas, Gestora Cultural. Becaria del Fondo Nacional de las Artes y de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). Cofundadora de CGChain. Secretaria del Instituto de Derecho de la Propiedad Intelectual (Marcas Patentes y Derecho de Autor) Colegio de Abogados de Rosario. Directora del Instituto de Políticas Socioculturales de la Asociación Civil de Estudios Populares (ACEP) partner en Argentina de la Fundación Konrad Adenauer de Alemania (KAS).