Convivir con una mascota puede ayudar a tener un corazón sano, sobre todo si se trata de un perro, de acuerdo a un reciente estudio que examinó la asociación entre el riesgo de enfermedades cardiovasculares y la tenencia de animales.

Los investigadores vienen analizando este vínculo desde fines de 2013, y en la evaluación de 2019 examinaron a 1.769 personas sin antecedentes de enfermedad cardíaca, a los que calificaron según los comportamientos y factores de salud ideales determinados por la Asociación Americana del Corazón: índice de masa corporal, dieta, actividad física, tabaquismo, presión arterial, glucosa en sangre y colesterol total.

El estudio comparó las puntuaciones de salud cardiovascular de los dueños de mascotas en
general con los que no tenían mascotas. Luego comparó a los dueños de perros con otros
dueños de mascotas y aquellos que no tenían mascotas.

“En general, las personas que poseían cualquier mascota tenían más probabilidades de
informar sobre más actividad física, mejor dieta y azúcar en la sangre al nivel ideal”, indicó Andrea Maugeri, investigadora del Centro Internacional de Investigación Clínica de la
Universidad de St. Anne. “Los mayores beneficios de tener una mascota fueron para aquellos que tenían un perro, independientemente de su edad, sexo y nivel educativo”, agregó.

El estudio demuestra una asociación entre la propiedad del perro y la salud del corazón, que
está en línea con los postulados de la Asociación Americana del Corazón sobre los
beneficios de poseer un perro en términos de actividad física, compromiso y reducción del
riesgo de enfermedades cardiovasculares, según consignó Europa Press.

La especialista afirmó que los hallazgos del estudio respaldan la idea de que las personas
podrían adoptar, rescatar o comprar una mascota como una estrategia potencial para mejorar
su salud cardiovascular, siempre que la propiedad de la mascota los lleve a un estilo de vida
más activo físicamente.