El estrés oxidativo se produce cuando las células generar más oxidantes y radicales libres de los que pueden manejar. Es parte del proceso de envejecimiento, pero también puede surgir de condiciones estresantes como el ejercicio y la restricción calórica.

Al examinar a este tipo de gusano, los científicos Ursula Jakob y Daphne Bazopoulou descubrieron que los gusanos que producían más oxidantes durante sus fases de desarrollo vivían más que los gusanos que producían menos oxidantes. Sus resultados se publican en la revista “Nature”.

Desde hace tiempo los investigadores se han preguntado qué determina la variabilidad en la vida útil. La genética es importante parte: si tus padres han sido longevos probablemente vivirás más. Pero el medio ambiente también desempeña un papel relevante.

Tal como sostiene el portal abc.es, los C. elegans son organismos de corta vida que constituyen un sistema modelo muy popular entre los investigadores que estudian el envejecimiento, en parte porque cada madre hermafrodita produce cientos de descendientes genéticamente idénticos. Sin embargo, incluso si se mantienen en el mismo entorno, la vida útil de estos descendientes varía en gran medida, señala Jakob.

“Si la esperanza de vida estuviera determinada únicamente por los genes y el medio ambiente, esperaríamos que los gusanos genéticamente idénticos cultivados en la misma placa de laboratorio murieran casi al mismo tiempo; pero no es esto lo que sucede. Algunos gusanos viven solo tres días mientras otros todavía se mueven felices después de 20 día”, apunta Jakob. “La pregunta entonces es, ¿qué es, además de la genética y el medio ambiente, lo que está causando esta gran diferencia en la vida útil?"

Jakob y Bazopoulou encontraron una parte de la respuesta cuando descubrieron que, durante el desarrollo, los gusanos C. elegans variaron sustancialmente en la cantidad de especies reactivas de oxígeno que producen.

Fuente: www.abc.es