Maestros y maestras son fundamentales para que los y las estudiantes entiendan las medidas de precaución que es preciso tomar para protegerse a sí mismos y a los demás contra la COVID-19, y deben dar ejemplo en el aula.

El lavado de las manos es una de las maneras más fáciles, económicas y efectivas de combatir la propagación de los gérmenes y de lograr que la comunidad educativa se mantengan en buen estado de salud.

Enseñar los cinco pasos para el lavado de las manos

-Humedecer las manos con agua corriente segura.

-Aplicar suficiente jabón para cubrir por completo las manos.

-Frotar todas las superficies de las manos, como el dorso, entre los dedos y debajo de las uñas, al menos durante 20 segundos. Una buena idea es alentar a los estudiantes a que canten una canción corta mientras se lavan las manos para que se convierta en un hábito divertido.

-Enjuagar bien las manos con agua corriente.

-Secar las manos con un paño limpio o con una toalla de un solo uso.

Si resulta difícil utilizar un lavabo, agua corriente o jabón en la escuela, es preciso usar un desinfectante para manos que contenga al menos un 60% de alcohol.

¿Lo sabías? El agua fría y el agua tibia son igualmente eficaces para matar los gérmenes y los virus, ¡siempre y cuando se utilice jabón!
Además otras actitudes que pueden ayudar

Anima a los estudiantes a adquirir la costumbre de lavarse habitualmente las manos o aplicarse desinfectante para manos en momentos clave, como al entrar y salir de los salones de clase; después de tocar superficies; después de manipular materiales de estudio, como libros, etc.; y después de usar un pañuelo de papel para sonarse.

Los estudiantes siempre deben toser y/o estornudar cubriéndose con la parte interna del codo. Pero si lo olvidan y se cubren con las manos, pídeles que se las laven o se apliquen desinfectante para manos inmediatamente.

Si estornudan o tosen cubriéndose con un pañuelo de papel, asegúrate de que lo desechen de inmediato y de que se laven las manos. Es vital que el lavado frecuente de las manos se convierta en una rutina y que los estudiantes lo vean como algo normal.

Hay que insistir a los niños en que, incluso si tienen limpias las manos, no deben tocarse los ojos, la nariz y la boca porque los gérmenes pueden transmitirse a las manos limpias y propagarse por el aula.

Insiste en la importancia del lavado frecuente de las manos y de las medidas de higiene, y adquiere los suministros necesarios.

Acondiciona estaciones para el lavado de las manos y asegúrate de que siempre tengan jabón y agua. De ser posible, coloca desinfectante para manos a base de alcohol en todas las aulas, en las entradas y las salidas, y cerca de los comedores y los baños.