El ácido fólico es una vitamina (B9) que pertenece al grupo B, y su consumo resulta clave para las embarazadas, debiendo el médico modificar la dosis cuando lo considere conveniente. La razón por la que se le presta tanta importancia es porque previene que el bebé nazca con malformaciones.

Los especialistas recomiendan comenzar a tomar ácido fólico (Vit B9) incluso dos meses antes del embarazo y hasta la semana 12. Aunque aclaran que esto solo es posible si se está buscando el embarazo y si el médico lo recomienda. En la mayoría de los casos el ácido fólico se empieza a tomar al principio de la gestación, según consignó 20 Minutos.

La importancia de tomarlo antes del embarazo o al principio está en que los defectos del tubo neural son defectos congénitos del cerebro y la médula espinal, que se producen generalmente en las primeras 6 semanas de embarazo. Si el déficit de ácido fólico no se soluciona, las posibilidades de que se produzcan malformaciones en el feto son bastante elevadas.

En el caso de las mujeres con un embarazo previo con problemas debido a un déficit del ácido fólico, la cantidad debe de ser de 4 mg/día. Además, se recomienda que la suplementación se mantenga antes, durante y en el posparto.

Por otro lado, la mujer con antecedentes puede complementar la suplementación con una dieta en base a vegetales de hoja verde, como las espinacas o las acelgas, que tienen una alta cantidad de vitamina B9. Los cereales, legumbres o frutos secos también la contienen.