La buena salud de la piel implica ciertos cuidados que incluso exceden la exposición al sol y al calor. Atender a determinadas cuestiones y seguir un cuidado especial ayuda a prevenir el cáncer de piel, uno de los más frecuentes en los seres humanos.

Cuidado integral de la piel

Desde la Asociación Argentina de Oncología Clínica destacan que, si bien 9 de cada 10 diagnósticos de cáncer de piel se producen como consecuencia de la exposición solar, existen otros factores de riesgo que pueden contribuir a su desarrollo.

Una de las cuestiones a atender es el tipo de piel de cada persona. Quienes tienen una piel más clara, tienen un mayor riesgo por contar con menos melanina. La melanina es el pigmento que protege naturalmente la piel contra daños causados por el sol.

Por otra parte, quienes tienen piel más oscura, son más propensos a desarrollar melanoma. El melanoma es el tipo más agresivo de cáncer de piel.

Otra cuestión a tener en cuenta es la genética y antecedentes familiares, ya que influyen directamente en la predisposición a esta enfermedad. Quienes tengan antecedentes de melanoma u otro tipo de cáncer cutáneo necesitan controles más frecuentes y vigilancia ante cambios en la piel.

Las personas con numerosos lunares o pecas también pueden identificarse como personas de riesgo ya que, si bien la mayoría suele ser benigna, algunos pueden volverse cancerígenos. Es por ello que se recomienda un control y seguimiento con la frecuencia que el dermatólogo o dermatóloga de confianza sugiera en ese caso en particular. Además, realizarse el autocontrol mirándose de forma regular frente al espejo y atender a cualquier cambio, lesiones grandes, bordes asimétricos, múltiples colores, que deberán ser evaluados.

Además, quienes están expuestos a productos químicos en entornos laborales (por ejemplo, ciertos solventes industriales o sustancias tóxicas), pueden aumentar el riesgo. Es por ello que se recomienda que tanto empleadores como empleados sean conscientes de estas cuestiones para lograr contar con los recaudos preventivos necesarios. Quienes se exponen a la radiación, como sucede con la radiología o radioterapia, también deben tomar precauciones adicionales.

Cuidados particulares con el sol

La sobreexposición a la luz ultravioleta (UV) del sol, sobre todo en horas pico de radiación, puede dañar las células de la piel y aumentar las posibilidades de desarrollar cáncer de piel. Por ello se recomienda utilizar protector solar con el factor adecuado, así como vestir prendas que cubran la mayor parte del cuerpo.

Controles de rutina

De manera rutinaria, las personas deberían acudir al menos una vez al año con un especialista en dermatología para realizar un control exhaustivo de toda la piel. En el mismo se incluye el cuero cabelludo, genitales, uñas, palmas de las manos y plantas de los pies. Esto permite evaluar cambios sospechosos, examinar áreas difíciles para la autoobservación, y realizar pruebas adicionales en caso de necesitarse.

 

Fuente: Télam.