Cáncer con Ciencia de la Fundación Sales, adhirió a este llamado, que “propone acciones efectivas para controlar el cáncer, enfermedad no transmisible y segunda causa de muerte en el país”, y difundió la investigación llevada adelante por el ex presidente de Uruguay y médico oncólogo, Tabaré Vázquez.

El estudio, realizado con especialistas en cáncer de la Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Honduras, México, Nicaragua, Perú y Uruguay, afirmó que entre marzo y junio de este año disminuyó entre el 28 y el 38% -dependiendo del país- el número de consultas de primera vez en servicios oncológicos, en comparación con el mismo período del año pasado.

También se realizaron entre un 6 y 50% menos estudios patológicos; entre un 28 y un 70% menos de cirugías oncológicas y entre un 2 y un 54% de pacientes abandonaron o postergaron sus tratamientos de quimioterapia.

“De acuerdo con las recomendaciones internacionales de posponer los estudios de tamizaje en los pacientes de riesgo promedio, se confirma una importante reducción en los estudios de PAP (entre 46% y 100%), mamografía (entre 32% y 100%) y sangre oculta en materias fecales”, explicó Fundación Sales a través de un comunicado.

Según otros tres estudios recientes del Reino Unido, en los 12 meses siguientes a la pandemia la mortalidad podría aumentar un 20 y un 30% en los pacientes con cáncer, además del “impacto negativo en la sobrevida, el diagnóstico en etapas más avanzadas determinará un aumento significativo del gasto en la atención del cáncer comparado con el gasto pre-Covid-19”.

Ante esta situación, los especialistas hicieron un llamado a los distintos gobiernos a tomar conciencia de la gravedad del asunto y proponen una serie de medidas que incluyen “garantizar el acceso a los servicios oncológicos, incluyendo el apoyo al transporte de los pacientes, la eliminación de barreras económicas (copagos) y el uso de tecnologías de comunicación que permitan la valoración y el seguimiento a distancia”.

Así como también desarrollar programas de comunicación y educación que orienten “de manera apropiada a los pacientes oncológicos en relación con la valoración del riesgo de infección por Sars-Cov-2 versus el riesgo de control inapropiado de la enfermedad”, y llevar adelante medidas que reduzcan el impacto de la pandemia en las condiciones de pobreza, incluyendo “la reducción del impacto económico del cáncer sobre los pacientes”.

Además, proponen generar “marcos normativos, operativos y económicos que posibiliten y faciliten la implementación de teleorientación y telemedicina” y desarrollar planes operativos para la reintroducción progresiva de las actividades de detección temprana del cáncer, que permitan reducir el riesgo de diagnósticos tardíos sin desbordar la capacidad de los servicios oncológicos.

Por último, remarcaron la necesidad de retomar “a la mayor brevedad” las medidas para el control de factores de riesgo, en particular las relacionadas con el consumo de tabaco, el consumo nocivo de alcohol, la obesidad, el sedentarismo y la vacunación contra VPH y Hepatitis B, así como la importancia de promover la colaboración regional y el intercambio de aprendizajes entre instituciones de salud, gubernamentales y académicas.