Los más prestigiosos científicos e investigadores argentinos está esperanzados con el desarrollo y la aplicación de un nuevo producto contra el coronavirus, que en realidad no tiene nada de nuevo: el suero de caballo. Se trata de un producto terapéutico, no profiláctico, que bloquearía las células que el virus ataca para replicarse. Falta el período de prueba, pero hay mucho optimismo entre los profesionales.

Oscar Bottasso, director del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario e investigador del Conicet, habló maravillas de este posible avance en la lucha contra el covid-19 en De 12 a 14 (El Tres): “La historia del suero de los caballos tiene más de 100 años y se utilizó para chicos con difteria”, contextualizó. Y agregó que “en la primera guerra mundial, se les daba suero de caballo a los heridos con tétanos, y así se evitaron muchas muertes”.

También explicó que “el suero de caballo hace mucho tiempo que se utiliza, por ejemplo cuando se produce una picadura de un ofidio”.

En cuanto a este producto que se desarrolla en el marco de la pandemia del coronavirus, Bottasso señaló que científicos del Instituto Biológico Argentino de la Universidad San Martín obtuvieron “un suero hiperinmune y los resultados por ahora son muy auspiciosos”.

El científico rosarino describió que “el covid lo que hace es atacar las células para poder replicarse”. Y graficó que “lo que hace el suero del caballo es bloquear la entrada a esa célula, ocupa esa cerradura y no permite que ingrese la llave”.

Después, utilizó una metáfora futbolera para destacar las bondades de este preparado: “El suero sería un muy buen equipo como para ganar el partido, aunque el partido hay que jugarlo todavía. Pero no es poca cosa, pinta muy lindo”.

Bottasso comentó que “esto facilitaría la caída de la carga viral”. Luego remarcó que el suero “no es profiláctico, es terapéutico”.

“Falta la prueba. Lo que hay que hacer primero es un ensayo de inocuidad, una prueba piloto, que es segura. Luego se prueba en pacientes para ver si hay una caída viral”, afirmó el científico.

Otro dato importante que brindó el doctor Bottasso es que el suero de caballo “no va a dejar de lado el plasma de los convalecientes, pero puede ser una herramienta muy buena para combatir el covid”.

“El plasma de los convalecientes es muy bueno, pero tiene limitante”, explicó Bottasso. Y luego sentenció: “El caballo es una fábrica de anticuerpos”.

El investigador rosarino recordó que “en el campo, cuando había una herida de tétanos, se aplicaba el suero de caballo”. Luego subrayó que “es un anticuerpo que tiene todo lo bueno, muy mejorado, a pesar de que sea extraño en el ser humano”.

“Los datos que tenemos son muy alentadores. La ciencia ahora tiene que hacer la experiencia, pero arrancamos desde una muy buena base, no es una cuestión incierta”, cerró Bottasso.