La disfagia es la dificultad al tragar la complicación más temida de la dolencia es la neumonía por aspiración, pero también contribuye a que el paciente paulatinamente vaya desnutriéndose, presente una disminución progresiva de su masa muscular y desarrolle problemas óseos que podrían impactar negativamente en su recuperación, con mayor riesgo de caídas y un condicionamiento de su autonomía.

"Los signos principales que pueden estar indicando la presencia de disfagia y que requieren una evaluación a cargo de un equipo  multidisciplinario, son tos o ahogos al comer, disfonía, voz húmeda luego de deglutir, dolor al tragar, babeo, problemas para armar el bolo alimenticio y dificultad para cerrar bien los labios", informó la Dra. Valeria Ton, Jefa del Servicio de Fonoaudiología Clínica de CIAREC (Clínica de Internación Aguda, Rehabilitación y Cirugía).

Para el tratamiento de la disfagia, las especialistas coinciden en que la base es una terapia rehabilitadora, donde se estimula y ejercita el mecanismo deglutorio con distintas estrategias posturales, conductuales, maniobras deglutorias e intervenciones sensoriales, entre otras.

El tipo de alimentación que el paciente con disfagia requiere es muy individual y debe personalizarse en función de la evaluación deglutoria que se le haya realizado, mientras que en general, se prefieren consistencias blandas, suaves, homogéneas, húmedas, que requieran nada o poca masticación, sin dobles consistencia.

"En general, los líquidos suelen presentar las mayores dificultades, ya que discurren con facilidad y son difíciles de controlar en la cavidad oral, aumentando el riesgo de aspiración a la vía respiratoria. En este sentido, la utilización de espesantes que aporten mayor consistencia a los líquidos es una estrategia efectiva que hace más seguro su consumo", indicó la Lic. María Laura Ferreira, miembro del Grupo de Estudio de Disfagia de la Asociación Argentina de Nutrición Enteral y Parenteral (AANEP).

Estos "espesantes instantáneos" son productos que ayudan a mantener la consistencia de los alimentos y bebidas y a hacer más segura la deglución, mientras que contribuyen a lograr la consistencia deseada de alimentos y bebidas y a evitar la deshidratación en estos pacientes.

Para aquellos casos en que el individuo no pueda comer por boca, la vía de alimentación de elección es la alimentación enteral, que es la que se administra a través de una sonda y que permite aportar todos los nutrientes necesarios para mantenerse saludable.