Dentro de los análisis de rutina en el embarazo, existe aquel que mide los niveles de glucosa en sangre entre las semanas 24 y 28 de gestación. En caso de glucemia alta, el diagnóstico es “diabetes gestacional”.
Si bien la mayoría de las mujeres logra controlar este problema, es indispensable la concientización e iniciar el cuidado prenatal lo más rápido que se pueda, sobre todo en contexto de pandemia por Covid-19, donde la diabetes se constituye como uno de los factores de riesgo.
DIABETES GESTACIONAL
Muchas veces, las hormonas del embarazo bloquean el trabajo de la insulina y los niveles de glucosa pueden aumentar en la sangre; además de la falta de vida saludable, situación influenciada por la pandemia: dieta sana, caminatas al aire libre y demás cuestiones que escasean en este contexto.
Algunos signos de alerta que suelen aparecer son: visión borrosa, fatiga, aumento de sed, incremento de micción, infecciones frecuentes (como las de vejiga, vagina y piel), y pérdida de peso aun teniendo apetito.
Sin embargo, muchas veces los síntomas son muy leves o, incluso, puede no haberlos, y es por ello que se torna fundamental cumplir con los análisis de rutina. La prueba consiste en la ingesta de glucosa y, tras la acción, se realiza una extracción de sangre que permitirá analizar la tolerancia del organismo a la misma.
Algunos factores que suelen incidir son los antecedentes familiares de diabetes, ser mayor de 25 años, sufrir hipertensión arterial o tener demasiado líquido amniótico. A su vez influyen los abortos espontáneos previos, tener sobrepeso previo al embarazo o haber dado a luz un bebé con más de 4 kilos previamente.
El tratamiento consiste en mantener los límites normales de los niveles de glucosa, fomentando así el bienestar de la mujer y del feto. Para ello se pueden incluir modificaciones en la dieta, moderando grasas, proteínas y azúcar. Generalmente y tras el parto, el nivel de azúcar en sangre se normaliza. Sin embargo, es importante continuar realizándose controles ya que muchas mujeres desarrollan diabetes 5 o 10 años luego de haber padecido esta patología durante el embarazo.
