La costra láctea es una descamación en forma de placas amarillentas sobre manchas ligeramente rojas, que se produce en los bebés en el cuero cabelludo y que no pica. Suele aparecer desde las dos semanas después del nacimiento y prolongarse varios meses. 

Aunque no suele ser grave y desaparecer de forma espontánea, suele ser el primer signo de la presencia de dermatitis seborreica, una afección benigna que pude extenderse a otras partes del cuerpo, como el rostro, el cuello, el ombligo, el tronco, la zona del pañal o las ingles.

Debido a que es una afección que no suele causar problemas, más allá de lo estético, la AEP (Asociación Española de Pediatría) no dispone de datos sobre prevalencia, pero sí asegura que es un trastorno muy común, tal como lo comunica 20minutos.

Qué la causa

No está del todo claro qué produce la dermatitis seborreica infantil (DBI), pero una de las causas más probables es la excesiva de la secreción de las glándulas sebáceas en el lactante, especialmente en el cuero cabelludo. 

Otras teorías apuntan a la colonización de un hongo llamado Malassezia, a la predisposición genética o incluso a un posible déficit enzimático transitorio que suele corregirse a los 6 o 7 meses, más o menos cuando remiten la mayoría de los casos de DSI.

Lo que sí está claro es que ni la falta de higiene ni mucho menos una posible intolerancia a la leche tiene nada que ver con la presencia de la costra láctea.

Qué hay que hacer para eliminarla

Al tratarse de una patología benigna, que no suele causar problemas o síntomas molestos para el bebé, más allá de una cuestión estética, más mayoría de los casos pueden tratarse con productos comprados sin receta, en la farmacia, e incluso pueden aplicarse remedios caseros.

El procedimiento a seguir a diario, si no hay complicaciones, sería el siguiente:

- Aplicar un aceite mineral, de oliva o de almendras -que favorecen que las escamas se despeguen-, dejar actuar unos minutos y masajear ligeramente.

- Lavar el cabello con un champú neutro y aclarar bien.

- Retirar las costras con un peine o cepillo muy suave.

Además, habría que evitar el rascado, pues puede provocar una infección.

Siempre es conveniente primero consultar al pediatra.

Fuente: 20minutos