El cáncer de pulmón es la primera causa de muerte por cáncer en la población adulta del país. Si bien no es el más frecuente de los tumores, su elevada mortalidad y la falta de estrategias para su diagnóstico temprano lo convierten en una enfermedad no curable en la mayoría de los casos; solo el 20% de los casos se descubre en etapas tempranas con chances de tratamiento curativo.

Sin embargo, la noticia a tener en cuenta es que esto pareciera estar cambiando, según el Dr. Sergio Benitez (MP 3888), coordinador de la sección Oncología de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria. subdirector del departamento de oncología, Asociación Latinoamericana del Tórax.

¿A quiénes afecta?

El cáncer de pulmón es patrimonio de fumadores, mayores de 50 años. Cualquier exposición a humo de tabaco de cualquier tipo aumenta el riesgo de cáncer de pulmón. A mayor exposición, mayor riesgo. Existe el cáncer de pulmón en no fumadores, pero no es frecuente.

¿Cómo se diagnostica?

La presencia de tos persistente más allá de las 8 semanas, la falta de aire, el dolor torácico que no cede, y la presencia de expectoración con sangre debe ser siempre motivo de consulta con el neumonólogo. En todos los casos cuando el diagnóstico es sospechado y sostenido por estudios debe realizarse una biopsia para confirmarlo.

¿Por qué parece estar cambiando la mortalidad en cáncer de pulmón?

De acuerdo con datos del Instituto Nacional del Cáncer, en Argentina la mortalidad por cáncer de pulmón en varones ha disminuido en forma sostenida desde el año 1980. Este descenso fue estadísticamente significativo hasta 2011. En el último periodo, 2014-2017, esta disminución es menos marcada aunque continúa el descenso a un ritmo de -1.7% anual. En las mujeres, se produjo un descenso para el periodo 2015-2017 con una disminución promedio anual del 2,1%.

El motivo más importante es que las argentinas y argentinos fumamos cada vez menos.

¿Qué hay nuevo en cáncer de pulmón?

En un futuro próximo las técnicas de detección precoz en cáncer de pulmón nos permitirán diagnosticar la enfermedad en fases cada vez más precoces con chances mayores de curación.

Nuevas estrategias de tratamientos farmacológicos, nuevas estrategias quirúrgicas mínimamente invasivas, técnicas de resección no quirúrgica (todas éstas disponibles en nuestro país) reducen la mortalidad y el sufrimiento asociado a los tratamientos del cáncer.

Por último, la conformación de grupos de trabajo interdisciplinarios en el manejo de esta enfermedad tiene un impacto indudable sobre la elección de la mejor estrategia de tratamiento, minimizando los riesgos para los pacientes.

Por tal motivo el cáncer de pulmón, que era una enfermedad incurable con un pronóstico malo a corto plazo, parece estar virando a una enfermedad prevenible en función de la reducción del tabaquismo y controlable con largos plazos de sobrevida en grupos específicos de personas que la padecen. La mejor estrategia para no tener cáncer de pulmón es no exponerse al humo de tabaco. No permita que fumen en los lugares que frecuenta y no exponga a las personas a humo de tabaco si usted fuma.