El Ministerio de Salud amplió de uno a tres años el período de vigencia del certificado de aprobación para el cultivo controlado de la planta de cannabis como tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor, que se obtiene a través de la inscripción en el Registro del Programa de Cannabis (Reprocann), que ya tiene más de 200 mil personas anotadas.

La medida se tomó a través de la Resolución 766/2023 publicada hoy en el Boletín Oficial y, según informó la cartera sanitaria, se dispuso "en respuesta al fuerte crecimiento de las solicitudes de inscripción al programa que hubo en los últimos meses".

En este sentido, destacó que la revisión del procedimiento de evaluación de trámites "permitió acelerar los tiempos de resolución e implicó bajar la espera promedio a menos de 10 días hábiles".

"De este modo, mientras que en febrero había más de 33.000 trámites a evaluar, en la actualidad el stock es de 1.600 trámites, los cuales se ha identificado requieren información adicional para completar su evaluación. Al día de la fecha existen más de 200.000 pacientes aprobados para cultivo controlado", señaló el Ministerio en un comunicado.

Además, se informó que se habilitará en Reprocann "un módulo especial para Organizaciones No Gubernamentales (ONGs)", que podrán asistir mediante el cultivo de cannabis hasta 150 pacientes.

Por otro parte, mediante Resolución 767/2023 también publicada hoy en el Boletín Oficial, se incorpora el THC al 1% a los ingredientes farmacéuticamente activos.

"Esto favorecerá a los desarrollos productivos nacionales en lo referido al aprovisionamiento de este insumo para la elaboración de las herramientas terapéuticas que los requieran. Cuando la concentración de THC se aumente al 1% (hasta ahora era de 0,3%), los productos serán regulados como psicotrópicos aplicándoseles el régimen correspondiente a esas sustancias", indicó el comunicado.

En tanto, la Comisión Nacional de Alimentos (Conal) avanza en la incorporación del cáñamo al Código Alimentario Argentino, con el objetivo de "propiciar el desarrollo de las economías regionales dedicadas a este sector productivo y acompañar a las regulaciones nacionales ya existentes sobre el cultivo del cannabis y del cáñamo industrial".

Esta medida busca el mayor aprovechamiento de las diferentes propiedades nutritivas del cannabis y sus semillas de alto valor nutricional considerándolo como un superalimento.

El Ministerio de Salud informó, además, que, junto al Ministerio Público Fiscal firmaron un Convenio Marco de Cooperación Institucional y un Acta Complementaria con el objetivo de "adoptar medidas de coordinación conjunta para la generación de un canal directo de comunicación entre ambas partes".

En concreto, esto consiste en adecuar tecnológicamente un curso seguro para los requerimientos fiscales y sus respectivas respuestas relativos a información sobre los diferentes perfiles disponibles en el Reprocann, con el fin de "agilizar los tiempos de los procesos administrativos para proteger los derechos de las personas".

Para María Baca Paunero -abogada, docente universitaria, diplomada en política de drogas, salud y derechos humanos e integrante del Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (CECCa)-, "las dos resoluciones son de suma importancia".

"La Resolución 766, que modifica el plazo en el Reprocann, en la práctica va a otorgar mayor seguridad jurídica a las personas que están incorporadas a ese registro porque hoy la renovación les implicaba entre dos y cuatro meses de tardanza y, en el mientras tanto, no quedaba en claro si tenían registro o no y esto podía justo afectar algún algún ciclo de cultivo", explicó.

Y continuó: "Con este nuevo plazo van a tener una certeza de poder producir y también va a despejar dudas en términos legales sobre qué pasa en el mientras tanto por lo que extenderlo a tres años mejora derechos y garantiza una efectividad mayor a la política pública en materia de salud que implica el Reprocann".

En referencia a la resolución 767, Paunero señaló que "tiene que ver con cuestiones técnicas relativas a quienes vayan a producir comercialmente productos vegetales a base de cannabis, es decir que apunta al sector productivo, no a la población general".

En relación a los desafíos en cuanto al cannabis medicinal, la especialista señaló que "falta capacitación de muchos sectores que tienen relación con estos temas, falta que el sistema público es salud se involucre un poco más para que haya más servicios gratuitos de información, asistencia y acompañamiento de tratamientos a base de cannabis como herramienta terapéutica".