Agacharse y arrodillarse permite descansar mejor el cuerpo, combate la baja actividad muscular que resulta de estar mucho tiempo sentado, y acelera el metabolismo, lo que deriva en importantes beneficios para la salud.

Así lo revela un estudio dirigido por la Universidad del Sur de Califormia (USC) publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' y reproducido por Europa Press, que destaca además los riesgos para la salud que trae estar mucho tiempo sentado, como puede ser las mayores posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

En cambio, las antiguas posturas de descanso empleadas por el hombre antes de inventarse la silla, como es el ponerse en cuclillas y arrodillarse, son más activas y pueden ayudar a proteger a las personas de los efectos nocivos de la inactividad.

Para comprender mejor la evolución de los comportamientos sedentarios, los científicos estudiaron la inactividad en un grupo de cazadores-recolectores tanzanos, los Hadza, que tienen un estilo de vida similar en algunos aspectos a cómo vivían los humanos en el pasado. Para el estudio, se colocó a esta población dispositivos que medían la actividad física y los períodos de descanso. Los científicos descubrieron que tenían altos niveles de actividad física, más de tres veces más que los 22 minutos por día recomendados por las pautas federales de salud de Estados Unidos.

Sin embargo también encontraron que tenían altos niveles de inactividad, ya que son sedentarios entre 9 y 10 horas por día, lo mismo que una persona promedio de países desarrollados. No obstante, los Hadza no tenían los marcadores de enfermedades crónicas asociadas en sociedades industrializadas con largos períodos de estar sentados. La razón de esta desconexión puede estar en cómo descansan.

“Aunque hubo largos períodos de inactividad, una de las diferencias clave que notamos es que los Hadza a menudo descansan en posturas que requieren que sus músculos mantengan niveles de actividad livianos, ya sea en cuclillas o arrodillados”, explicaron los autores.

“Estar sentado trabajando o mirando televisión requiere menos actividad muscular que ponerse en cuclillas o arrodillarse. Dado que los niveles ligeros de actividad muscular requieren combustible, lo que generalmente significa quemar grasas, las posturas en cuclillas y arrodillarse pueden no ser tan dañinas como sentarse en sillas”, concluyeron.