Silvina Batakis será la nueva ministra de Economía. El nombre se terminó de cerrar luego de la comunicación telefónica que por cerca una hora mantuvieron durante la noche el presidente Alberto Fernández con la vicepresidenta Cristina Kirchner, tras un día de intensas negociaciones para definir quién reemplaza a Martín Guzmán luego de su intempestiva renuncia. No se anunció ningún otro movimiento en el gobierno, pese a las versiones que daban por hecho la llegada de Sergio Massa como jefe de Gabinete. Por ahora, no será y el de Batakis por Guzmán es el único cambio.

El nivel de locura que tuvo la jornada en la residencia de Olivos lo graficó el cierre. Es que a las 22 se había anunciado una conferencia de prensa. Pero en Olivos había un caceralozo pequeño pero ruidoso que aparentemente la dificultaba. Lo cierto es que a las 22.49 se anunció la suspensión. Según fuentes no oficiales, no terminaban de cerrar los acuerdos. En ese marco, se hablaba de la posibilidad de que la comunicación telefónica entre Alberto y Cristina continuara personalmente, con una visita de ella a Olivos.

Fue la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quien le pidió a Alberto que llamara a Cristina. Ella misma lo confirmó en medios porteños. El presidente se había negado a hacerlo durante todo el día y la sensación de zozobra avanzaba dentro y fuera del Frente de Todos. Un rato después la vocera del gobierno, Gabriela Cerruti, anunció que Silvina Batakis será la nueva ministra de Economía.

En la conversación con Cristina, el mandatario propuso a Marcos Lavagna, el nombre que había consensuado con Sergio Massa, que sería jefe de Gabinete con amplios resortes de poder. La vicepresidenta prefirió a Batakis, el nombre que cerró y que de alguna manera aparecía en principio como un dique para el avance de Massa. La fueguina fue funcionaria de Daniel Scioli, ahora ministro de Producción, cuando gobernaba la provincia de Buenos Aires. Scioli llegó a decir que la llevaría al Palacio de Hacienda de la Nación si ganaba la Presidencia en 2015. Este domingo celebró la designación, aunque el jefe de Batakis hoy es el ministro del Interior, el camporista Wado de Pedro. 

El jefe del Estado encabezó encuentros con sus colaboradores más cercanos el sábado y retomó los contactos a primera hora de la mañana del domingo. Sergio Massa llegó a las 11 a Olivos para analizar la continuidad en el área económica y se retiró cerca de las 15. Pero un par de horas después regresó.

Incluso se mencionaba al diputado nacional con un rol político destacado en un nuevo gabinete, que sería renovado más allá del área económica: jefe de Gabinete.

El ingreso de Massa parecía ir más allá, pues se especuló durante el día con dos nombres de su confianza para Economía: Martín Redrado y Marcos Lavagna. Redrado pedía algunas condiciones que, según trascendió, requerían niveles de acuerdos políticos que hoy parecen imposibles. Quedó Lavagna, Cristina impuso a Batakis. Massa, a las 23, era presidente de la Cámara de Diputados y la posibilidad de que aceptara la oferta de ser jefe de Gabinete se disipaba. 

Así, Cristina puso límites al avance de Massa, su socio en un Frente de Todos en el que la participación de Alberto Fernández se redujo al mínimo y en que hay que ver si cobra más espacio Daniel Scioli. Lo que está claro, que la vicepresidente es el mayor factor de poder de la coalición gobernante y que su decisión es seguir siéndolo. 

En Olivos las reuniones terminaron tarde a la noche, en medio de una gran confusión y sin una comunicación oficial clara que cerrara las versiones sobre más cambios de gabinete. Así empieza esta nueva etapa de un gobierno que hoy parece languidecer en medio de una crisis política fenomenal que agita aún más las ola que desestabilizan la economía.