Finalmente, el proyecto de reforma de la Corte Suprema de Justicia de los gobernadores llegó al Congreso presentado por el interbloque de senadores nacionales del Frente de Todos (FdT). La propuesta planea llevar a 25 los integrantes del máximo tribunal. Desde Santa Fe, el ministro de la Corte provincial, Daniel Erbetta, dio tres argumentos a favor de modificar la constitución y dos caminos posibles.

“El esquema nuestro es único en el mundo, si fuera muy bueno lo podríamos exportar y es llamativo que nadie lo tenga”, observó Erbetta, en contacto con el programa Radiópolis (Radio 2).

El proyecto presentado por los senadores oficialistas José Mayans y Anabel Fernández Sagasti, propone incorporar progresivamente 21 miembros más a la Corte actualmente compuesta por cuatro ministros y así llevarla a 25 miembros.

“No hay posibilidad que ningún gobierno pueda nombrar esa cantidad de jueces si no llega a un acuerdo con la oposición y los acuerdos en este país son muy díficiles”, señaló. Además, sobre la premisa de “hacer una Corte más federal”, advirtió que puede ser una distracción seguir esa línea de debate: “Hoy la Corte no dejaría de ser federal porque sus integrantes son del interior, es un argumento que sostienen los gobernadores como para tener una representación regional, pero perdernos en esta discusion, es perdernos la esencia”.

Con todo, aseguró que es necesaria una modificación y dio tres argumentos: es demasiado chica, concentra demasiado poder y juzga sobre más casos de los que debería. En tal sentido, señaló dos caminos: o ampliar la Corte y modificarla al estilo europeo, donde los jueces se dividen en salas según el tipo de derecho a juzgar –civil, penal, administrativo, laboral– y solo juzgan en plenario sobre casos que atenten groseramente contra la constitucionalidad del Estado; o bien limitar el número y tenor de los casos sobre los que se tiene que expedir como era originariamente su deber, al estilo nortemearicano. De este modo, sólo tomaría una cantidad reducida de casos de control de constitucionalidad.

Tenemos la Corte más chica del mundo occidental, paradojalmente la más chica de Argentina”, advirtió Erbetta. La Corte entrerriana, por ejemplo, cuenta con 12 miembros. Incluso la santafesina es más grande, con seis. El problema en el caso del máximo tribunal, explicó el ministro, es que no da abasto con la cantidad de casos que tiene que juzgar porque su ámbito de incumbencia se fue ampliando de forma excepcional a tal punto que “deberia firmar una sentencia cada 20 minutos” para atender a todos.

“Evidentemente, ésta es la confesion palmaria que la Corte delega (su poder de fallo)”, apuntó Erbetta que se posicionó decididamente “a tener una Corte más amplia” antes que "a delegar en un relator de la Corte”.

Hoy la Corte tiene mucho poder porque no solo tiene control de constitucionalidad, tiene la última palabra en todos los fueros, preside el Consejo de la Magistratura y maneja el presupuesto del Poder Judicial. Que eso quede concentrado en una mayoría de tres personas no es lo más sano, y no hablo de nombres, sino de concentración de poder porque tres personas con tamaño poder no es lo más adecuado en un esquema republicano”, cerró.