¿Quién será el próximo intendente de Rosario. Uno de los cuatro candidatos que este domingo a la noche presentaron y debatieron propuestas en Televisión Litoral será quien conduzca el destino de la ciudad. Aunque hubo momentos de mayor tensión y algunas chicanas al aire, en general los tonos fueron moderados;  mucho más cuando las cámaras estaba apagadas. Todos, en tanto, apostaron a mostrarse y aprovecharon cada momento para marcar y desmarcarse. ¿Quién fue el más agudo de todos? ¿Qué pasó en la sala de maquillajes? ¿Y en los cortes? Rosario3 prestó ojos y oídos atentos al antes y el durante del debate.

Si los últimos serán los primeros, el candidato justicialista Roberto Sukerman está de parabienes. Junto a su candidato a gobernador y vicegobernadora Omar Perotti y Alejandra Rodenas –fue la única dupla en esta categoría presente– fue el cuarto candidato en llegar a las instalaciones de Televisión Litoral. Afuera la niebla iba ganando cielo y ya era de noche.

Un rato antes había ingresado su rival directo, si se atiende el resultado de las Paso, Pablo Javkin, candidato del Frente Progresista y portador de la única corbata del panel.  Lo acompañaban su candidata a concejala María Eugenia Schmuck y demás colaboradores. En tanto, el primero que pisó El Tres, de camisa blanca y campera de cuero negra con una amplia sonrisa que pocas veces abandonaría, fue el candidato de Ciudad Futura Juan Monteverde. Junto a él, la candidata para el Concejo, Caren Tepp, y el postulante para la Legislatura provincial, Carlos del Frade. Siete minutos después, arribaba el candidato de Cambiemos Roy López Molina, de jean, saco azul y una impoluta camisa blanca.

El amplio espejo de. hall principal de Televisión Litoral reflejó una escena atípica entre las 18 y las 20, hora en la que empezó a ser transmitido el debate. Autoridades, fotógrafos y periodistas de diversos medios de comunicación y los cuatro candidatos por el Palacio de los Leones y sus colaboradores cruzaban miradas, apretones de mano y abrazos. Hasta entonces, los gestos eran apenas distendidos producto de la adrenalina propia de un momento clave para la campaña que terminará el 16 de junio. Así, se multiplicaron las charlas interrumpidas y las risas cortas, de esas que develan cierta incomodidad.

Maquillados

Escoltado por “la Schmuck”, el actual concejal que quiere a Rosario arriba, Pablo Javkin se ponía en las manos de Marisa, la maquilladora de El Tres.  Faltaba más de media hora para el debate y los nervios por la exposición masiva espesaban la atmósfera. “Tendría que haber traído las gotitas”, se lamentó tras advertir que los ojos se enrojecían por el polvo naranja.  Detrás esperaba su turno Roberto Sukerman. Para romper el hielo, la concejala radical los animó a sacarse una foto juntos. Sí, abrazados. Entre risas, se desafiaron a mostrar durante el envío el mejor cartel.

Luego, sentado frente al espejo, el edil justicialista pensó en voz alta: “¿Por qué soy el único que vengo con mi gobernador (por Perotti)? ¿Y el gobernador de Javkin quién es?”, chicaneó, fiel a su estilo irónico que lo ha posicionado como el más incisivo a la hora de los discursos. Sin embargo, una hora más tarde, el candidato de Mauricio Macri lo alcanzaría a dentelladas, mostrando los dientes afilados sobre todo contra el oficialismo en materia de seguridad y de control.

Okupas

Ser el primero en arribar le dio a Monteverde la ventaja de ser maquillado temprano. Después, con bastante tiempo por delante, se ubicó en una de las oficinas del canal junto a Tepp, Del Frade y sus colaboradores. “Pasá, pasá, estamos acá. Bueno, como verás ocupamos este lugar, somos así”, bromearon. Al rato, pasó de visita Omar Perotti, saludos afectuosos de por medio. Quien sí se quedó unos cuantos minutos e incluso se sentó a tomar un té fue Pablo Javkin. La mesa estaba tendida y de no ser porque había un programa por delante, parecía que estaban por gusto. También se sumaron Schmuck y el flamante rector de la Universidad de Rosario (UNR), Franco Bartolacci, y hubo tiempo para hacer algunas bromas: “Acá te tengo, hablemos de mi título universitario”, le dijo en chiste la edila de Ciudad Futura. También hablaron del dulce de leche que fabrican en el tambo y no faltaron las anécdotas futboleras.

Pasillo

“Pablito te felicité y ni bola me diste”, le comentó Daniela León a Javkin, cuando éste la saludó con un “¿Viste qué es mejor cuando venís de acompañante?”. La candidata a concejal por Cambiemos había venido a dar apoyo a su compañero López Molina, y al parecer, le reprochaba a Javkin la falta de respuesta a un mensaje de felicitaciones por haber ganado la interna del Frente Progresista el pasado 28 de abril. De este tipo de intercambios se nutrió toda la previa del debate, medio en serio medio en broma, mientras se acercaba la hora crucial.

Un debate muy cuidado

La buena onda quedó en suspenso, sólo entre pausa y pausa. Es que los candidatos, si bien lograron momentos crudos de cierta tirantez, más o menos polémicos, condimentados con una pizca de ironía al aire, enseguida aflojaban cuando las cámaras se apagaban.  Primó el trato amable y una educada moderación, quizás alimentada por el conocimiento que se tienen entre ellos de su trabajo en el Concejo. Lo cierto es que a pesar de algunos dardos –los más envenenados fueron de López Molina y Sukerman a Javkin aunque Monteverde no se quedó atrás contra Sukerman y Roy–arrojados por el aire, se evidenció un discurso más bien cuidadoso de no salirse del libreto y por ende, terminar con la pérdida de lo hasta ahora cosechado.

El debate, conducido por los periodistas Sonia Marchesi y Sergio Roullier, fue ordenado y respetuoso de los tiempos asignados. Durante los cortes, cada uno de los expositores fue asesorado por sus dos colaboradores respectivamente y en todos los casos, lejos de verse caras compungidas, se observaron rostros afables y sonrientes.

Pasadas las 20.38, se abordó el tema control y seguridad y fue entonces que las posturas se endurecieron y distanciaron, incluso hubo algún que otro “palito”. Lo mismo sucedió hacia el final de la noche, cuando López Molina acusó a Javkin de “guardar el secreto de que la Municipalidad está quebrada”. El cierre fue más vertiginoso, los candidatos se apuraron y se esforzaron en ser contundentes y desafiantes pero las cartas ya estaban echadas. Políticamente correctos, correctamente políticos.