Arrebato e impotencia. Dos palabras que describen la experiencia que vivió el periodista Diego Demarco y que se encuentran en un significante común: inseguridad

Todo pasó en lo que dura un chasquido. El cronista de Canal 9 aguardaba frente a la cámara el aviso de “aire” para cumplir con la cobertura desde el móvil cuando un joven pasó corriendo frente a él y le manoteó el celular.

Demarco, que tenía el dispositivo en una de sus manos y el micrófono en la otra, sólo atinó a girar y pedir le regresen su teléfono.

“Devolvémelo”, gritó varias veces. Pero para el segundo reclamo, el ladrón ya había ingresado a un pasillo de un barrio de la localidad de Sarandí, al sur del Gran Bueno Aires.

“Me robaron el celular”, explicó Demarco en off, mientras la cámara seguía a un grupo de personas que se acercaban al lugar en el que un segundo antes había huído el ladrón

Toda la secuencia, que luego se viralizó en redes sociales, quedó registrada por las cámaras del canal