Un hombre de 83 años fue condenado a 11 años de prisión como autor de delitos contra la integridad sexual cometidos durante cinco años en perjuicio de su nieta menor de edad, en la ciudad de Santa Fe.

La sentencia fue dispuesta por el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Sergio Carraro, en el marco de un juicio en el que se abreviaron los procedimientos. Por su parte, la fiscal Alejandra Del Río Ayala estuvo a cargo de la investigación del caso.

J. A. B. –sólo se difundieron sus iniciales para preservar la identidad de la víctima, que lleva el mismo apellido– fue condenado como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual gravemente ultrajante calificado, por grave daño a la salud psíquica y por ser ascendiente de la víctima, y agravado por ser ascendiente la víctima.

Durante cinco años

“El delito que investigamos fue cometido en fechas indeterminadas y en reiteradas oportunidades en un período de tiempo que va desde 2013 hasta 2018, en una vivienda ubicada que es propiedad del condenado en la zona norte de la ciudad de Santa Fe”, especificó Del Río Ayala.

“J. A. B. agredió sexualmente a la víctima de manera continua y sistemática, en circunstancias en las que la niña lo visitaba y quedaba a su cuidado”, explicó la funcionaria del MPA. Asimismo, manifestó que “el hombre realizó su accionar delictivo contra la voluntad expresa de la menor de edad,  abusando de la dependencia e indefensión en la que la se hallaba la víctima”.

Por otro lado, la fiscal relató que “el condenado retribuía las agresiones sexuales con dinero y objetos de valor, aprovechando la necesidad y dependencia económica de la niña”. En tal sentido, aclaró que “el nivel de sometimiento vejatorio y el trato cosificado que le dispensó a su nieta adelantaron el libre y normal desarrollo de su sexualidad”.

Del Río Ayala concluyó que “las agresiones sexuales del condenado afectaron negativamente la salud psíquica de su propia nieta, tanto por la corta edad de la víctima y el vínculo que lo une con la niña como por la modalidad, la frecuencia y la duración de los abusos”.

Prisión domiciliaria

Del Río Ayala informó que “la modalidad de ejecución de la pena será la de prisión domiciliaria y con control por mecanismo de tobillera electrónica. Tal medida fue acordada a raíz de que el condenado es una persona de avanzada edad”.